Los 23 países de la OPEP+ afrontan este lunes la decisión de si recortar su producción para octubre, para frenar la depreciación del crudo, o mantenerla.
La reunión virtual de los ministros de Energía de los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderados por Arabia Saudí, y de sus diez aliados, entre ellos Rusia, se produce en una jornada en la que el West Texas cotiza con subidas en los 88,20 dólares y el Brent en los 95,39 dólares.
En cualquier caso, el precio del crudo ha caído más de un 20% desde los picos de 120 dólares que alcanzó el pasado junio, debido a los temores de que una recesión económica afecte duramente a la demanda. La elevada inflación y el encarecimiento de la energía por la invasión de Ucrania han creado dudas sobre el crecimiento económico mundial.
Hace dos semanas, el ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, insinuó que la OPEP podría reaccionar con un recorte del bombeo. Pero también la oferta, y no solo la demanda, puede influir en la decisión.
El comité técnico que asesora a la OPEP+ revisó esta semana sus cálculos y concluyó que en 2022 la oferta superará a la demanda en 400.000 barriles diarios (bd), la mitad de lo estimado previamente. Para 2023, se espera incluso un déficit de 300.000 bd.