Las inversiones extranjeras en las telecos europeas son un tema políticamente delicado, según un informe de Scope Ratings. El informe analiza la irrupción de STC en el accionariado de Telefónica y cuestiona la posibilidad de que una operadora del Viejo Continente pueda ser controlada por un Gobierno saudí o emiratí.

Scope Ratings resalta que los promotores de operaciones transfronterizas han tenido dificultades para convencer a las autoridades europeas de sus buenas intenciones. Los gobiernos consideran que los operadores nacionales son activos estratégicos sobre los que es difícil aceptar influencia extranjera, incluso cuando el Estado ya no es accionista, como en el caso de Telefónica.

El informe menciona el intento fallido de América Móvil de adquirir KPN en los Países Bajos, a pesar de que el Gobierno ya no era accionista. También destaca los planes de fusión que quedaron en nada, como los de KPN y Belgacom (ahora Proximus) o Swisscom y Telekom Austria.

Scope Ratings subraya que sería poco realista pensar que un operador europeo de telecomunicaciones pueda caer bajo el control de los Gobiernos saudí o emiratí. Además, argumenta que la falta de sinergias juega en contra de las inversiones extranjeras en las telecos europeas.

Scope Ratings señala que los servicios de telecomunicaciones tienen una estructura nacional, con diferentes regulaciones, competidores, hábitos de los consumidores, redes y estructuras. Esto dificulta el ahorro de costes y el aumento de ingresos. Por ejemplo, un minuto de servicio de voz móvil o un gigabyte de datos móviles producido en Arabia Saudí no puede venderse en España, y viceversa, incluso si STC poseyera el 100% de Telefónica.

El informe menciona casos en los que las inversiones extranjeras en telecos europeas no han tenido éxito. En Austria, América Móvil tuvo que firmar un acuerdo especial de participación con el Gobierno austriaco para convertirse en el principal accionista de Telekom Austria. Operadores de Oriente Medio como STC y la emiratí Etisalat, que participa en Vodafone, están controlados por sus Gobiernos. Además, las inversiones en países vecinos tampoco han tenido más éxito, citando la entrada de Xavier Niel en Telecom Italia, las adquisiciones de Telia en Finlandia y Noruega y las inversiones de Orange en España.

Scope Ratings concluye que las dificultades y la escasa posibilidad de consolidación en el sector de las telecos europeas limitan las fusiones y adquisiciones desde el punto de vista crediticio, incluso cuando los nuevos inversores buscan diversificación fuera de sus mercados de origen.