Afortunadamente, las cifras del comercio se van recuperando aunque dentro de un contexto muy complicado. Pero si hay un sector acostumbrado a adaptarse a los cambios y patrones sociales y de consumo ese es el de los de centros comerciales.
Hernán San Pedro, director de relación con inversores y director de comunicación corporativa del grupo Lar explica que la gente suele hablar de oleadas y "nosotros siempre hemos preferido hablar de los dos estados de alarma. El primero, entre marzo y junio; el segundo, entre octubre y -se supone que hasta- mayo. Al final, los estados de alarma tienen un efecto más contundente en términos de restricciones y cierres".
Hemos visto, en términos generales, unos cierres del entorno del 80% de la superficie durante el primer estado de alarma. Sin embargo, en el segundo estado de alarma, en el peor de los momentos se han visto cierres de alrededor del 30%. Ambos periodos han sido muy diferentes. Hoy en día, se puede decir que estamos en términos de superficie abierta, con casi todos los activos abiertos a pleno rendimiento, con algunas restricciones en término de aforo, añade San Pedro.
Deberían incrementarse los niveles de vacunación para doblegar la curva de contagios y, en el momento en el que los activos se vuelven a abrir, "tenemos la confianza del cliente final, que sigue acudiendo sin problema a los centros comerciales".
Mayte Forján, asset manager de centros comerciales en Silicius Real State asegura que ahora es el momento de adaptar la gestión, la promoción, así como los centros físicos y también a nivel experiencial.
Víctor Fernández, asset manager de Merlin Properties, por su parte, cree que ha sido caro acondicionar los centros comerciales para convertirlos en espacios seguros frente al covid. Pero más que caro ha sido curioso de gestionar. "Fue una inversión, no fue considerado como un gasto. Lo complejo fue marzo, la avalancha de proveedores vendiéndote cosas y nosotros sin saber cuál era lo mejor".
Cristina Pérez de Zabalza, socia directora de retail de comerciales en Cushman & Wakefield coincide con Víctor Fernández y comenta que en los centros comerciales se ha hecho una inversión brutal. "Son espacios donde teníamos muy claro que la gente iba a volver. La inversión ya no solo ha sido económica sino de gestión. Parece que se han puesto impedimentos a pesar de las medidas de seguridad y la señalética integrada".
Hernán San Pedro recuerda que la restauración y ocio han sido las actividades que más afectadas han estado en términos de cierre. El nivel de rotación es muy heterogéneo; hay muchos que, con respecto a la comida a domicilio, se han permitido mantener actividad. "Dentro de los centros comerciales no ha habido una rotación de los activos de restauración excesivamente fuerte, aunque han estado muy afectados. Ha habido medidas por parte del Gobierno en términos de crédito y veremos si las hay en términos de ayudas. La liquidez se arregla con créditos y la solvencia solo se puede arreglar con ayudas directas", demandan desde el Grupo Lar.
"El secreto del cierto éxito del sector retail está, en primer lugar, en la capacidad de gestión; en segundo lugar, en la firme creencia de que los comerciantes son nuestros socios de negocios, con los que se tiene que caminar para afrontar esto y, por último, en el hecho de que todas somos compañías con balances generalmente saneados que tranquilizan al inversor y nos permiten afrontar el futuro sabiendo que, aunque impactados, recobraremos la normalidad en la actividad", concluye Hernán San Pedro.