El nuevo Gobierno de Liz Truss había anunciado una serie de recortes fiscales a las pocas semanas de su mandato, pero fueron mal recibidos por los mercados financieros. La reducción del tipo impositivo máximo sobre las rentas superiores a 150.000 libras del 45% al 40% se consideró especialmente tóxica desde el punto de vista político, en un momento en que los británicos se enfrentan a la crisis del coste de la vida.
En los días siguientes a su anuncio, la libra esterlina cayó a un mínimo histórico de 1,0327 dólares, las ofertas hipotecarias se retiraron del mercado y los bonos del Estado del Reino Unido (gilts) comenzaron a venderse a un ritmo histórico, lo que obligó al Banco de Inglaterra a iniciar un programa temporal de compras para calmar la volatilidad.
Tras la fuerte reacción, hoy mismo el ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, ha confirmado que el Gobierno desecharía sus planes de recortar los impuestos a las rentas más altas del país. “Está claro que la supresión del tipo impositivo del 45% se ha convertido en una distracción de nuestra misión primordial de abordar los retos a los que se enfrenta nuestra economía”, ha señalado en un comunicado. “Como resultado, anuncio que no vamos a proceder a la abolición del tipo impositivo del 45%. Lo entendemos y hemos escuchado”.
La libra esterlina subió fuertemente el lunes por la mañana tras conocerse este giro del Gobierno, con un alza de un 0,8% frente al dólar, pero tras confirmarse la noticia se moderaba a un cruce de 1,1212 dólares.
“Aunque los activos del Reino Unido están reaccionando bien al cambio de rumbo, están lejos de estar fuera de peligro”, advierte Jane Foley, estratega senior de divisas del banco holandés Rabobank, en declaraciones recogidas por la CNBC.
El Banco de Inglaterra intervino en el mercado de bonos del Reino Unido la semana pasada, suspendiendo el inicio previsto de su venta de gilts y comprando temporalmente bonos a largo plazo. El rendimiento de los gilts a diez años subió a un ritmo récord en septiembre, provocando la inestabilidad de los fondos de pensiones y las emisiones hipotecarias.
En la jornada de este lunes, la rentabilidad del bono a diez años bajaba hasta el 4,08%.
“Todavía habrá mucha más emisión de gilts este año y, tal y como están las cosas, el apoyo extraordinario del BOE terminará el 14 de octubre. Entonces, se supone que [el endurecimiento cuantitativo] comenzará el 31 de octubre, aunque hay muchas especulaciones de que no hay casi ninguna posibilidad de que esto ocurra”, añade Foley.