Nordea AM lleva aproximadamente 15 años comprometidos con la inversión sostenible. ¿Cuáles son las lecciones aprendidas durante este extenso período de inversión climática?
Nuestro camino hacía el cambio climático empezó desde hace 15 años con nuestro primer fondo de cambio climático que se llama el Global Climate and Environment Fund que se lanzó en el lejano 2008. El enfoque de este fondo era invertir en empresas que buscaban soluciones hacia el problema del cambio climático. En el 2015, por primera vez, pusimos en la lista de exclusión inversiones en mineras de carbón. En el 2019 empezamos a ser capaces de calcular la huella de carbón de nuestros fondos, que le interesaba bastante a nuestros clientes. En el 2020 fuimos los fundadores del Net Zero Asset Manager Alliance, en el cual tenemos un compromiso de llegar a Neto Cero para 2050, aunque obviamente tenemos retos antes para bajar nuestra huella de carbón. Y por último en el 2022 lanzamos nuestro nuevo fondo, el Global Climate Engagement Fund, que es un fondo que llamamos ‘inversión de cambio climático 2.0’, donde nos centramos en tener diálogo con empresas que se han quedado detrás pero que son fundamentales para la transición hacia la economía verde.
Actualmente, se aborda una nueva perspectiva de inversión climática denominada ‘inversión climática 2.0’. ¿Podrías explicar en qué consiste y cuál es el enfoque que están adoptando?
Por muchísimos años y yo diría hasta ahora, muchos inversores siguen invirtiendo en el ‘cambio climático 1.0’, que serían las empresas que buscan soluciones hacia el problema del cambio climático. Suelen ser empresas que tienen un ESG rating o rating de ASG muy alto, aquellas que ya lo hacen bien y que son muy importantes para la lucha contra el cambio climático. Pero lo que hemos visto en los últimos años es que todas esas inversiones han ido hacia esas empresas y se ha quedado detrás un hueco muy importante de empresas que son muy importantes para la transición hacia la economía verde. Estoy hablando por ejemplo de la industria de cemento, de acero, de los químicos.., todas esas industrias son muy importantes, suponen más o menos un 75% de las emisiones globales, por lo que ignorarlas o no tener diálogo con ellas no nos ayuda a tener este impacto real que todos queremos. Por eso hemos lanzado este concepto del ‘cambio climático 2.0’.
Hace alrededor de un año y medio, Nordea lanzó el Nordea 1 – Global Climate and Engagement Fund para la inversión climática 2.0. ¿En qué consiste el fondo, cómo invierte y cuál es su filosofía?
Es un fondo de renta variable global con un sesgo hacia valor, es un fondo de alta convicción (entre 30 y 50 posiciones), y busca brindar el análisis fundamental buscando los flujos de cajas de estas empresas que son constantes, suficientes en el caso por ejemplo que haya una recepción donde las empresas necesitan por ejemplo flujo de cajas para poder pagar deudas o intereses que pueden tener en proyectos. Pero además también tener un diálogo con estas empresas. Diálogo entendiendo lo que llamamos la palabra en inglés ‘engagement’, es decir, sentarnos con estas empresas que están dispuestas a cambiar y tener un plan muy claro; un plan que consiste en cómo van a llegar a su objetivo de bajar sus emisiones de carbono. Pero además buscamos e invertimos también en otras temáticas dentro del cambio climático que podrían ser por ejemplo la gestión de residuos, tener un modelo de negocio sostenible, la gestión de energía, etc. Así, es un fondo muy diversificado y llevado por un equipo con mucha experiencia liderado por la gestora Alexandra Christensen, que lo lleva desde su lanzamiento en abril 2022. Lo brindamos también con el equipo de inversión responsable de Nordea que consiste de más de 20 personas que están dedicadas y son además especialistas en valorar empresas por sus planes de cambio climático.
¿Puedes darnos algunos ejemplos de compañías y/o sectores?
El ejemplo que quería traer a vosotros es UltraTech, una empresa de cemento de la India. ¿Por qué es interesante si hablamos de inversión climática 2.0? ¿Y por qué La India? El país tiene la población más grande de todo el mundo y tiene un crecimiento del 25% esperado en la demanda de cemento, con lo cual el crecimiento debería incrementarse bastante en los próximos años. El coste de producir cemento es de alrededor de un 50% porque utiliza combustibles fósiles, con lo cual tiene un problema de emisiones que se producen cuando crean el cemento con un coste bastante alto. Y, por último, La India es el país número uno del mundo de energía solar. Esto es importante porque lo que hemos visto cuando hemos empezado nuestro diálogo es que hay la tecnología para utilizar la energía solar para fabricar cemento: estando en un país líder en el mundo de la energía solar y además teniendo el problema que el 50% de sus gastos son por el coste de producir con combustibles fósiles, vemos una oportunidad muy interesante. ¿Por qué también UltraTech era interesante para nosotros? En primer lugar, es un líder nacional en el sector de cemento, tiene una cuota de mercado alrededor del 22%, y depende principalmente también de energía combustible. Al hacer la transición hacia esta energía limpia hemos visto una oportunidad de bajar sus costes de producción y además bajar sus emisiones, con un impacto no pequeño sino más bien grande de cara al futuro. Esos son los tipos de ideas que queremos brindar, no sólo la parte de ASG o cambio climático, sino más bien el valor para la empresa de reducir sus costes, que obviamente ayudará a sacar un alfa mayor durante el largo plazo.