La tasa de inflación en la zona euro se situó en junio en el 2,5% interanual, una décima por debajo de la cifra observada en mayo, según la segunda lectura del dato publicada por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat. En el conjunto de la Unión Europea, la tasa bajó una décima, al 2,6%.
La ligera moderación de la subida de los precios en la región del euro en el mes de junio reflejó el alza del 0,2% del coste de la energía, tras subir el 0,3% interanual en mayo. Por otro lado, los alimentos frescos subieron un 1,3% anual, cinco décimas menos que el mes anterior. Además, los bienes energéticos no industriales se encarecieron un 0,7% en junio, en línea con el dato de mayo, igual que los servicios, que subieron un 4,1% anual, el mismo incremento que se había observado en mayo.
Al descontar el impacto de la energía sobre los precios, la tasa de inflación fue del 2,8%, en línea con el dato de mayo. Al excluir también el coste de los alimentos, así como del tabaco y del alcohol, la tasa subyacente de la eurozona se mantuvo en el 2,9%.
Entre los Veintisiete, en comparación con mayo de 2024, la inflación anual cayó en diecisiete de los estados miembros, se mantuvo estable en uno y aumentó en nueve. Las tasas anuales más bajas se registraron en Finlandia (0,5%), Italia (0,9%) y Lituania (1%), mientras que las mayores subidas de los precios correspondieron a Bélgica (5,4%), Rumanía (5,3%), España y Hungría (ambos 3,6%).
En el mes de junio, el diferencial de precios desfavorable a España respecto de la zona euro se redujo a 1,1 puntos porcentuales, una décima menos que en mayo. Esta disminución refleja una tendencia positiva en la convergencia de los precios en España con respecto al promedio de la zona euro.