La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha publicado recientemente datos sobre la tasa de inflación correspondiente al mes de abril de 2024. Según el informe del 'think tank' de las economías avanzadas, la tasa interanual de inflación se situó en un 5,7%, mostrando una ligera disminución de una décima respecto al mes anterior. Este dato es igual al registrado en enero y febrero, marcando de nuevo la menor subida de precios desde octubre de 2021.

En abril, los precios de los alimentos aumentaron un 4,8%, cifra inferior al incremento del 4,9% observado en marzo. Por otro lado, los precios de la energía experimentaron un repunte al 1,2%, en comparación con el 0,6% registrado en marzo, cuando ingresaron en terreno positivo por primera vez desde abril de 2023. En consecuencia, la inflación subyacente de la OCDE se redujo en dos décimas, situándose en el 6,2%.

El informe revela que la inflación general disminuyó en 24 de los 38 Estados miembros de la OCDE, mientras que en el resto aumentó el coste de la vida. Los mayores descensos mensuales se observaron en países como Estonia, Reino Unido, Islandia, Luxemburgo, Austria y Eslovenia. Además, la inflación se mantuvo por debajo del 2% en siete países, al igual que en el mes de marzo.

Dentro del G7, la inflación interanual disminuyó ligeramente, situándose en un 2,9% en abril, retornando a niveles similares a los de enero y febrero de 2024. Italia y el Reino Unido experimentaron las mayores reducciones en la inflación general, siendo este último país donde en abril se redujo el límite normativo de la factura energética de los hogares, lo que provocó una disminución de más del 10% en los precios de la energía.

En cuanto a las principales economías industrializadas, la inflación subyacente descendió al 3,3% en abril, dos décimas menos que en el mes anterior, alcanzando su nivel más bajo desde octubre de 2021. Mientras los alimentos se mantuvieron prácticamente estables, la energía experimentó un ligero aumento.

En la zona euro, la inflación medida por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (HICP) se mantuvo estable en abril, en un 2,4%. Los incrementos en los precios de los alimentos y la energía fueron compensados por una disminución en la inflación subyacente, que ha experimentado nueve meses consecutivos de descenso.