Con todo, en los economistas de la entidad consideran que los riesgos que se desvelaron a principios de este año: China, precio del petróleo, políticas monetarias…  siguen latentes y que en cualquier momento podrían volver a manifestar.  Quizá por eso dan un sesgo algo más negativo a la evolución económica del año que viene.

Por si fuera poco, estos riesgos que llegan del exterior no son los únicos que amenazan a  la buena evolución de los ratios de la economía española. Rafael Domenech, economista jefe de economías desarrolladas de BBVA explicaba hoy durante la presentación de la publicación trimestral sobre la situación de España que “la recuperación continúa y no cambiamos nuestras previsiones”. Eso sí, apuntaba que la incertidumbre es elevada e inusualmente alta, en relación a los datos históricos de nuestro país.  Esto “está restando alguna décima al crecimiento de 2016 y de 2017”.
En concreto, han calculado que restará dos décimas este año y cinco el que viene.



Con todo, explicaban desde BBVA Research que “con los datos que ya conocemos del segundo trimestre, el PIB encadena cuatro trimestres consecutivos con crecimientos por encima de 8 décimas –que darían un incremento interanual del 3,2%-, algo que no ocurría desde hace 15 años.

El buen comportamiento de la economía española se debe a la evolución de la demanda interna y a la exportación de servicios, y no solo turísticos. Según Domenech, la mejora de la competitividad y la productividad de los servicios no turísticos también han contribuido a que este sector ayude a apuntalar la demanda externa.

Pero también tiene mucho que agradecerle a algunos vientos de cola con los que se ha encontrado por el camino, como la caída de los precios del petróleo y la política monetaria expansiva que viene del Banco Central Europeo.  Unos vientos de cola que, no obstante, van a  impulsar cada vez menos el crecimiento.

Así, BBVA Research estima que estas medidas no convencionales contribuyeron en 0,5 puntos porcentuales a la expansión del PIB en 2015 gracias a la mejora del crédito y a los cambios en las expectativas de tipos. A pesar de todo explican que “se espera que el efecto para el bienio 2016-2017 sea considerablemente menor.  Por cierto, los economistas de la firma consideran que la primera subida de tipos se producirá a mediados de 2018.

Tampoco va a ser positiva la evolución de la política fiscal de los últimos años. Para ellos 2015 fue un año eminentemente expansivo, lo que contribuyó en 5 décimas al crecimiento económico por la mayor actividad económica. Según Domenech, “pero solo se ha traído al presente el crecimiento futuro y esto va a crear una mayor incertidumbre. A largo plazo estos costes pueden ser importantes”.



Es más, han calculado que el incumplimiento del calendario de reducción de déficit, que el año pasado sobrepasó en 1 punto porcentual lo que se estimaba y que sigue en el 5%, hubiera incrementado en 25 puntos básicos la prima de riesgo, si esta no estuviera intervenida por el BCE. Calculan que esta desviación de la prima se correspondería a unos 2.000 millones de euros en costes financieros de la deuda.

En su opinión, uno de los puntos más oscuros de la economía española sigue siendo el empleo. Consideran que a los ritmos actuales el país podría crear 1 millón de puestos de trabajo en dos años, lo que dejaría la tasa de paro todavía en algo más de un 17%, todavía demasiado elevada.

Explican que “la rigidez salarial y de precisos supuso un aumento de 11,5 puntos en la tasa de desempleo durante la crisis. Además, la mayor flexibilidad salarial a partir de 2012 ha acelerado la creación de empleo”. En su opinión “el mercado de trabajo sigue requiriendo de medidas adicionales para aumentar su eficiencia y equidad”.

Hay que recordar que hace apenas una semana, los mismos analistas publicaban un informe sobre el mercado laboral español en el que proponían algunas medidas como, por ejemplo, la reducción del tiempo de cobro de la prestación por desempleo, entre otras cosas.

A nivel global, los expertos de la firma creen que el mundo seguirá creciendo entre un 3 y un 3,5% en el año, arrastrado todavía por la mala evolución de algunas economías latinoamericanas.

Para China han mejorado ligeramente sus previsiones para este año, ya que consideran que las medidas que ha puesto en marcha el gobierno están teniendo efecto, con todo cree que continuará la senda de enfriamiento.
 


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