- Vamos conociendo datos macroeconómicos y sanitarios sobre la pandemia, ¿cuál es la visión de Groupama para el segundo semestre del año?
Hasta ahora nadie duda de la magnitud que la crisis sanitaria está teniendo en el crecimiento económico. Es algo que estamos todos descontando. El año 2020 va a ser un año malísimo a nivel de crecimiento. Es cierto que con el inicio del desconfinamiento vemos los primeros síntomas de recuperación. Lo peor de la crisis ha quedado atrás pero no vemos una recuperación en forma de V, tampoco de W o L. Vemos una recuperación en forma de U, ese es nuestro escenario. En los próximos 18 meses vamos a ver un crecimiento gradual. Se va a restablecer la confianza de empresas y hogares, lo que va a hacer que el crecimiento se recupere. Pero tenemos todavía riesgos que incluso estaban antes de la crisis sanitaria. De hecho, uno de los mayores riesgos ahora mismo es que la crisis sanitaria estalle de nuevo y nos vuelvan a confinar. Eso es algo que el mercado tiene muy en mente. También tenemos el hecho de que hay muchas posibilidades de un brexit duro a finales de este año, la incertidumbre de las elecciones de EEUU y el conflicto comercial entre China y EEEUU, que desde nuestro punto de vista va a ser estructural y va a seguir ahí independientemente de quien gane los comicios estadounidenses.
Si bien es cierto que estas incertidumbres seguirán con nosotros los próximos 18 meses, nosotros tenemos cada vez una confianza más fuerte en que va a haber una recuperación gradual. Hay que tener en cuenta que las crisis, sobre todo de esta magnitud, aceleran tendencias que ya existían antes de ellas y que permiten que se implementen políticas muy disruptivas. En el caso de Europa, esta crisis sanitaria es una excelente oportunidad para llevar a cabo inversiones necesarias para la transición energética. Desde nuestro punto de vista, es muy importante y contribuye a que tengamos una mayor confianza en una recuperación gradual, el hecho de que esta crisis sanitaria ha afectado a todos los países de manera simultánea, lo que permite una oportunidad histórica para todos los desafíos de largo plazo. Es cierto que las empresas van a tener que recuperar el tiempo perdido. Los estímulos, tanto presupuestarios como monetarios por parte de los bancos centrales van a estar ahí durante mucho tiempo. Si bien es cierto que no va a ser una recuperación fácil, somos optimistas de cara a que vaya a haber una recuperación en forma de U.
- Antes de hablar de activos financieros, ¿qué valoración hacen del fondo de reconstrucción europeo?
Es un acuerdo histórico que muestra una verdadera etapa de cooperación presupuestaria por parte de los países de la UE. Es cierto que este acuerdo es puntual, limitado y con un objetivo claro: hacer frente a un shock inédito. Pero es un gran paso para la integración financiera en Europa. Un gran paso que corresponde a una nueva solidaridad entre los países, con transferencias desde el norte al sur. Eso es por lo que tiene que luchar Europa si quiere sobrevivir y crecer. El acuerdo permite a los estados apoyar a sus economías independientemente de los déficits y sus finanzas públicas. Va a aumentar la capacidad para llevar a cabo reformas. Por primera vez en su historia, Europa emite deuda común para apoyar su economía y esto, sin duda, va a sentar un precedente. Se van a poder financiar inversiones adicionales sobre todo en el sector medioambiental, estratégico o social. Por lo tanto, pensamos que es un paso muy importante para Europa ya que abre nuevas perspectivas para la UE y eso transmite confianza a los mercados, que en definitiva, es lo que necesitan.
- En este contexto de mercado que tenemos, ¿qué categorías de fondos están siendo más demandadas por sus clientes españoles?
Los clientes nos piden, sobre todo en momentos de incertidumbre, lo es que seamos selectivo. Nos piden gestión activa. La gestión activa cobra ahora más importancia si cabe. Hay que ser muy selectivos, no todo vale. Hay que seleccionar bien las compañías en las que invertimos en renta variable y los bonos y las emisiones de renta fija. Y sobre todo, calidad. Los clientes españoles nos piden selectividad y calidad donde puedan obtener rentabilidades, que, en definitiva, es lo que quieren los clientes para sus inversiones.
Podemos encontrar calidad y rentabilidad en muchos nichos de mercado, tanto en renta fija como variable. Nos están demandado en renta fija calidad y rentabilidad en sectores como la deuda subordinada, tanto corporativa como financiera. La deuda subordinada corporativa es muy interesante porque el riesgo de iliquidez y quiebra de los emisores es casi inexistente. Estamos hablando siempre de emisores investment grade y en sectores bastante defensivos para una gran parte del universo de deuda corporativa hibrida y además tiene un apoyo técnico ilimitado por los programas de compras del BCE. Dentro de la parte subordinada financiera, que también está teniendo mucha demanda por parte de nuestros clientes, porque se han dado cuenta de que ofrece rentabilidades interesantes invirtiendo en emisores de calidad y sobre todo porque el sector financiero entra en esta crisis muy distinto a cómo entró en el 2008. Los bancos están mucho más capitalizados, con una solvencia mayor y además el BCE quiere que sean parte de la solución y no del problema.
En renta variable, como siempre decimos y también nos lo demandan los clientes, pequeñas y medinas compañías porque son menos sensibles al ciclo económico. No necesitan un ciclo económico muy boyante para poder crecer. En las pequeñas y medianas compañías es donde está el lugar para la innovación y el crecimiento, empresas ligadas a la industria y a la tecnología. Además, es un universo enorme que representa a nivel global el 80% de las compañías cotizadas. Es un vivero de oportunidades enormes si sabemos seleccionar bien.
Y luego, un enfoque multitemático. Es un modelo de existo porque nos permite invertir en temáticas o en sectores que se van a beneficiar del crecimiento futuro, temáticas que van a liderar el crecimiento de hoy y del futuro, ligadas a los desafíos que tenemos por delante, como la transición energética y medioambiental, la transición demográfica y la transición digital.
- Tienen un enfoque muy europeo, ¿qué visión le transmiten los gestores y analistas sobre las compañías del Viejo Continente? ¿Wirecard es una excepción?
Lo que nos transmiten los gestores y los analistas es algo que está en boca de todo el mundo y es que esta crisis sanitaria lo que ha puesto de manifiesto es que los criterios ESG son más importantes que nunca. Es decir, integrar en nuestro análisis criterios extra financieros, medioambientales, sociales y corporativos, es una respuesta a las múltiples crisis pero también a los nuevos desafíos que vamos a tener que hacer frente: medioambientales, demográficos y digitales. Somos unos fieles convencidos de que aquellas empresas que integren criterios extra financieros en su modelo de negocio presentarán mejores rentabilidades a medio y largo plazo. Básicamente porque gestionarán mejor los riesgo y porque podrán identificar potenciales oportunidades creadoras de valor añadido.
Yendo a Wirecard, la hemos tenido desde hace muchísimos años, por lo tanto, hemos podido salir con unas rentabilidades muy interesantes. Salimos a finales del año pasado porque los criterios ASG son extremadamente importantes y la G, la gobernanza, si cabe mucho más. El problema de Wirecard era un problema de gobernanza. En el momento en el que el equipo directivo de las compañías en las que invertimos no nos transmite credibilidad y transparencia, automáticamente es un síntoma de mal gobierno corporativo, y por lo tanto, salimos de la compañía. Al final, somos inversores de largo plazo. Invertimos en compañías donde la calidad del equipo directivo, su capacidad para desarrollar estrategias y ejecutar su modelo de negocio, es clave en nuestro proceso de selección. Decidimos salir de Wirecard a finales del año pasado por un problema de gobernanza.