La fortuna de Elon Musk se ha reducido en más de 49.000 millones de dólares desde que lanzó su oferta por Twitter el pasado mes de abril, un recorte que se puede achacar en buena parte a la caída general del mercado, pero en el que se ha dejado notar también la preocupación de algunos inversores en Tesla sobre cómo financiaría su oferta por la compañía de la red social. Y el ruido y las polémicas en las que se ha visto envuelto el magnate en las últimas semanas tampoco ayudan.

Musk sigue siendo la persona más rica del mundo, con una fortuna de 209.900 millones de dólares, según el Índice de Multimillonarios elaborado por Bloomberg, si bien su fortuna se ha reducido sensiblemente desde el comienzo del año. Este año ha reducido su riqueza en 60.400 millones de dólares, un bocado que es solo inferior al que ha recibido Changpeng Zhao, de Binance, que ha perdido 81.000 millones de dólares, y Jeff Bezos, que ha visto se evaporaban 62.000 millones de dólares de su riqueza.

La reducción de la fortuna de Musk se produce en un momento en el que, junto a sus negociaciones para ver si finalmente se hace con Twitter, el magnate se ha vuelto cada vez más ruidoso en la popular red social. Si ya antes era conocido por tuitear algunos memes, hablar de animes o sacar pecho por los éxitos de sus empresas, en los últimos tiempos se ha metido en algunos charcos de más. 

El pasado miércoles, por ejemplo Musk tuiteó que había apoyado a los demócratas en el pasado porque “eran (en su mayoría) el partido de la bondad”, pero que ahora había cambiado de opinión. “Se han convertido en el partido de la división y el odio, así que ya no puedo apoyarlos y votaré a los republicanos”, aseguró.

Más en consonancia con su papel de CEO de Tesla, también calificó de “estafa” al ESG después de que la compañía de vehículos eléctricos perdiera su puesto en un índice de S&P Global que hace un seguimiento de las empresas según sus estándares ambientales, sociales y de gobierno corporativo. También ha predicho que los “ataques políticos” contra él “se intensificarán dramáticamente en los próximos meses”.

Pero quizás la mayor polémica de todas es la relativa a las cuentas falsas y bots de Twitter, compañía sobre la que negocia una compra de 44.000 millones de dólares. “Elon Musk es una persona que más que persona es un personaje en sí mismo”, reflexiona Rafael Ojeda, analista de Fortage Funds. A su juicio, quería comprar la compañía “con una prima importante pero que estaba en mercado” con la idea de sacarla de la Bolsa, “darle un poco la vuelta con la idea que tiene de hacer negocios y a semejanza de cómo él lleva las cosas y dentro de dos años volverla a sacar al mercado en el entorno de los 100 120 o 140.000 millones de dólares”.

Sin embargo, y en plena caída de las acciones tecnológicas, “el movimiento que ha hecho de criticar a la compañía por el número de bots y cuentas falsas yo no lo hubiera hecho”, añade Ojeda. “Hablar de la cifras concretas lo único que hace es derrumbar el valor” de la compañía. “Se genera mucho despiste y una enorme volatilidad no solo en Twitter sino en otras empresas de redes sociales”.

“Musk es un grandísimo empresario”, matiza Ojeda por lo que “le doy el beneficio de la duda, pero no me gustan las formas”.

Tesla se deja un 30% este año

Y mientras se enreda con Twitter, las acciones de Tesla se dejan ya más de un 30% en lo que va de año, afectadas por la caída general pero también por las dudas sobre la financiación de la posible adquisición de Twitter.

En ese sentido, Musk ha recibido un poco de su propia medicina por parte del multimillonario Leo Koguan, que afirma ser el tercer mayor accionista individual de Tesla. En un tuit dirigido a Martin Viecha, director senior de relaciones con los inversores de Tesla, Koguan dijo que la compañía debería anunciar inmediatamente que planea recomprar 5.000 millones de dólares en acciones de Tesla este año y 10.000 millones el próximo.

Añadió que Tesla debería utilizar su flujo de caja libre para financiar la recompra y que no debería afectar a sus actuales reservas de efectivo de 18.000 millones de dólares.