“Parece claro que el S&P 500 se debería ir a los 1.400 puntos. Creo que el máximo se debería quedar en 1.420 y al mercado no le debería quedar mucho más recorrido. Si añadimos eso a la incertidumbre que hay y el bajo volumen, vamos a ver movimientos muy bruscos. La divisa va a marcar el devenir de los mercados”.
¿Anunciará la Fed un nuevo QE3 en su reunión de esta semana?
“No esperamos un QE3. La FED no tiene ninguna prisa en actuar y menos con los índices en el nivel actual. Un QE sería bastante mal visto en emergentes por la cotización del dólar y el precio de las commodities. Además, la solución está en Europa. Se va a alargar bastante más con lo que vamos a tener bastante volatilidad.”
¿Cómo afectaría la salida de Grecia del euro?
“Es más el efecto que puede generar creando expectativas adicionales de que otro país pudiera salir también. El problema de Grecia es que sabemos que no va a poder pagar nunca y a que el mercado empieza a descontar la salida de países adicionales. La zona euro debería cambiar porque está claro que el modelo ahora mismo no funciona”.
¿Alguna estrategia para este verano?
“Hay algo de recorrido en los bonos corporativos porque estamos en un ciclo histórico en el que algunas empresas tienen menos riesgo que los estados. Normalmente el mercado se está refugiando mucho en investment grade y en high yield, aunque éste último tiene muchos riesgos con un porcentaje similar a la renta variable. El verano está mejor para corporativos, la gente ya no sabe qué hacer con el dinero, conocemos la situación del núcleo duro de la zona euro…Otra opción planteada es la inversión en bonos de emergentes o moneda local de emergentes. Vamos a hacer una cartera absolutamente defensiva, nada de renta variable y bonos emergentes.”
¿Cómo afecta a los inversores posicionados en un ETF inverso la prohibición de posiciones cortas?
¿Cuál es su previsión para el mes de agosto?
“Este año es especial. Me da un poco la sensación que lo que han hecho es tomarse dos semanas de vacaciones porque la mayoría de soluciones requieren consenso de los estados miembros. La solución más rápida es una intervención de España e Italia, pero políticamente no es correcto.”