La Fed lo tiene relativamente fácil porque la macro y la debilidad del dólar permiten mantener la hoja de ruta: normalización de la política monetaria de manera lenta y gradual.
Hoy actualiza sus previsiones macro y el denominado “diagrama de puntos” sobre las perspectivas de tipos de cada consejero. Puede hacer cualquier cosa pero lo más probable es que al menos anuncie la fecha de inicio para drenar estímulos (“tapering”) y mantenga su tipo director (1,00%1,25%). El ritmo de retirada lo conocemos desde junio: -6.000M$/mes en bonos cada 3 meses y durante 12 meses hasta llegar a -30.000M$/mes y -4.000M$/mes de bonos de agencias y MBS al mismo ritmo hasta alcanzar -20.000M$/mes.
Un dólar débil permite que las condiciones financieras sean atractivas y facilita iniciar la retirada de estímulos. Los riesgos están equilibrados y los índices de actividad económica permiten hacerlo ya. En este escenario, el impacto en el mercado de bonos sería limitado, las bolsas reaccionarían con alzas y el dólar se apreciaría (¿1,19?).
Pero el impacto de los huracanes podría servir de excusa a la Fed para retrasar sus planes. Este es el riesgo hoy. En ese caso el Euro subiría más allá de 1,20; incluso hasta 1,21/1,22. No es lo más probable, pero tampoco descartable. Al estar pendientes de un hilo, las bolsas retrocederán algo y el USD aguantará en torno a 1,20 hasta conocer qué sucede a las 20h.