De Jerome Powell queda todo por descubrir. Inicialmente se afirmó que el sucesor de Janet Yellen era un candidato neutral y que, probablemente, su política al frente de la Reserva Federal (FED) sería continuista. Es decir, los mercados no tendrían que preocuparse por fuertes bandazos, ni impulsos. Si algo demostró Janet Yellen es que los inversores no se estremecen cuando las decisiones que se toman están comunicadas con antelación y justificadas en datos. Las bolsas no se alteraron con seis subidas de tipos que dejaron el precio del dinero en 1,25%-1,50%, ni con el fin del QE, ni tan siquiera con el inicio de la reducción del abultado balance de la institución.
Lo que la mayor parte de los expertos prevén es que la FED suba tres veces tipos este año, en línea con lo que estimaban los miembros de la institución la última vez que hicieron previsiones, en diciembre.
Como indica Franck Dixmier, director global de renta fija en Allianz GIobal Investors, "los mercados esperan ansiosamente la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto. Esperamos que la atención de los inversores se centre más en el tono de la orientación a futuro (forward guidance) del FOMC que en el aumento de los tipos de 25 puntos básicos que ya se ha tenido en cuenta en los mercados”.
Sin embargo desde la hasta ahora han pasado muchas cosas, y no sólo la marcha de Janet Yellen. En este tiempo se ha asentado la reforma fiscal, se ha anunciado el paquete de inversiones en infraestructuras y se avisa de una posible guerra comercial por parte del gobierno. Lukas Daalder, director de inversión de Robecco Investment Solutions explicaba recientemente que “Donald Trump se arriesga a prepararnos un cóctel macroeconómico muy tóxico al estimular, y a la vez ahogar, a una economía ya en expansión.
En la reunión, se espera que la Reserva Federal revise sus perspectivas de crecimiento e inflación para EE.UU., mientras que también actualiza el diagrama de puntos que proporciona una instantánea de las previsiones de los tipos de interés de cada miembro del FOMC.
De hecho, la economía del país sigue creciendo con fuerza. En los dos últimos meses se han creado 550.000 empleos. Eso sí, los aumentos salariales interanuales se han mantenido moderados, subiendo brevemente al 2,9 por ciento en enero antes de volver al 2,6 por ciento un mes después, con lo que las presiones salariales que deberían impulsar la inflación siguen sin despuntar.
Esto hace pensar al experto de Allianz GI que “una postura más dura de la Reserva Federal estaría justificada. Como resultado, esperamos que el banco central mejore su perspectiva de crecimiento y confirme su confianza en la tendencia inflacionaria subyacente. Esto podría empujar los puntos marginalmente al alza a medida que los miembros del FOMC ajusten sus patrones esperados de subida de tipos”.
En diciembre esperaban una subida del PIB de este año de un 2,5%, una tasa de desempleo del 3,9% y una inflación del 1,9%.
“Al mismo tiempo, esperamos que los mercados estén muy atentos a cualquier dispersión de puntos, lo que reflejaría opiniones divergentes dentro del Consejo de Gobernadores. El nuevo presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dio un discurso muy optimista ante la Cámara de Representantes y el Senado no hace mucho tiempo, por lo que será muy interesante ver cómo el consejo de la Fed en su conjunto ve la situación económica actual de EE.UU”, afirma Dixmier. En diciembre, la mayor parte de los miembros de la FED esperaban que los tipos terminaran entre 1,75 y 2,25%.
Heervé Chatot, gestor de Cross Asset de La Française, considera que "el crecimiento del PIB debería revisarse al alza tanto en 2018 como en 2019 a un rango de entre 2,5% y 2,9%. Además, pensamos que la Fed revisará ligeramente al alza la senda de la inflación para los próximos años y reducirá la tasa de desempleo dado que el mercado laboral se mantiene fuerte". "Respecto al gráfico de puntos, esperamos una media de puntos más elevada para los próximos dos años (+25 pb) con algún riesgo de que a largo plazo suba hasta el 3%", advierte el experto.
Pero, quizá igual de importante será conocer al presidente de la FED y ver cuál es su tono y cómo pueden ser los próximos años con la FED bajo su batuta. Como explica Yves Longchamp, director de análisis de ETHENEA “su pasado como banquero de inversión y abogado hacen que sea bastante diferente de Yellen, que tenía un contexto económico y había trabajado como economista jefe toda su vida, así como profesora, en la Fed o en la Casa Blanca”, señala el experto. De hecho, la ausencia de Janet Yellen dejará al FOMC con un miembro menos, lo que podría alterar las estimaciones de la institución.