Un mes después de la decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea la cosa parece que ha mudado de tono y que esta opción –que aún tardará un par de años en cristalizarse-, ya ha dejado de pesar. No hay que ver nada más que a las bolsas, que en Estados Unidos han alcanzado máximos históricos.
Sin embargo, Cárpatos considera que el comunicado muestra que “todavía no las tienen consigo con los efectos de la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Recordemos que los índices de directores de compra tanto de servicios como de manufacturas en Reino Unido han tenido una fuerte bajada y están en contracción, cosa que no pasado ni con la zona euro ni con Estados Unidos, así que eso es un punto a vigilar”.
Por el momento, la FED reconoce la mejora del dato de empleo que en el mes de junio recobró la senda de la normalidad. En junio la economía del país generó 287.000 puestos de trabajo y aumentó la tasa de actividad, lo que dejó la tasa de paro en el 4,9%. Un porcentaje que sigue estando muy cerca ya del concepto técnico del pleno empleo.
También indican que el gasto de los consumidores ha crecido con fuerza, aunque la inversión de las empresas en bienes de equipo se mantiene débil.
En cuanto a la inflación, afirma que sigue por debajo de su objetivo de largo plazo del 2%, sobre todo por la contribución de los bajos precios de la energía, algo que puede continuar así durante un tiempo. De hecho, sus previsiones sobre la evolución de los precios se mantienen sin cambios y solo superarán el objetivo en el medio plazo.
La FED ha vuelto a decir que mantiene los tipos de interés y que la política monetaria será acomodaticia –es decir, laxa- y que para variarla seguirán vigilando la evolución del mercado laboral y de la inflación. Con todo, insisten, los tipos seguirán bajos por un largo periodo de tiempo.
La decisión, no obstante, no ha sido unánime, ya que ha votado en contra la presidenta de la FED de Kansas, Esther L. George que prefería subir 25 puntos básicos.
Por el momento, en las actuales circunstancias, con las elecciones presidenciales en noviembre y con las encuestas que apuntan a la posibilidad de que Donald Trump pueda instalarse en la Casa Blanca, los mercados no dan más de un 40% de posibilidades a que se produzca una subida de tipos este año.
Con todo, son muchos los expertos que consideran que la FED, finalmente, subirá los tipos este año al menos una vez en la última reunión del año en diciembre. Para Vincent Reinhart, Chief Economist de Standish, boutique de BNY MELLON, “esperar hasta diciembre les permite evaluar los resultados de las elecciones, los cuales serán importantes para entender lo que se producirá en política en el 2017 y a partir de ahí”.
No hay que olvidar que con los datos sobre la mesa, todo parece que va sobre ruedas y que la economía pide una subida de tipos a voces. El próximo viernes se conocerá la evolución del PIB en el segundo trimestre y podría haber una expansión de más del 2,5%.
En opinión de Luke Bartholomew, gestor de Inversiones en Aberdeen AM, la opción de mantener los tipos es “es en cierta medida paradójico porque los factores que nos llevaron a pronosticar dos subidas de tipos este año no han desaparecido. Estados Unidos crece a un ritmo decente, el mercado laboral está en buena forma y el aumento de los salarios atraviesa una tendencia al alza. Desde junio, los datos han sido sólidos con un importante rebote en el empleo y con el aumento de la inflación. Las condiciones financieras que han seguido al voto a favor del Brexit de hecho se han flexibilizado más y Estados Unidos posiblemente se encuentre bien aislado de cualquier posible impacto por el referéndum”.
En la reunión de junio los miembros del FOMC (Comité Federal del Mercado Abierto) no han hecho ninguna revisión de las estimaciones económicas. En junio redujeron en dos décimas sus estimaciones de PIB para este año hasta el 2%, ha mantenido las previsiones de tasa de desempleo en el 4,7. Por otro lado, situaron el nivel de inflación para finales de este año en el 1,4%. En cuanto a las previsiones de tipos de interés, los miembros del FOMC prevén que cuando acabe este ejercicio estarán en el 0,9%, como durante la anterior reunión.
Esto implicaría que la FED tendría que subir los tipos dos veces más. Si esto sucediera tendrían que tomar la decisión en septiembre y diciembre, justo antes y después de las elecciones.
¿Qué pasará con los mercados tras esta decisión? John Bailer, Senior Portfolio Manager de Boston Company AM, boutique de BNY Mellon, considera que “no debería tener miedo a las subidas de los tipos por parte de la Reserva Federal. En el contexto de la mejora de la perspectiva económica serán positivas para la bolsa.” Pero claro, a partir de ahora no queda más remedio que esperar a la próxima reunión de septiembre para comprobar que esto es así y no temer que entre tanto el verano nos traiga un nuevo episodio de volatildad, o un mal dato económico, lo que haría que el mercado pudiera volver a plantearse todas y cada una de las posibilidades. Partido a partido.