La FED ya anunció en junio que el primer paso sería reducir el balance en 6.000 millones de dólares en bonos del tesoro y 4.000 en MBS (Mortgage Backed Securities), es decir 10.000 millones al mes. Una cantidad que se incrementaría cada trimestre hasta alcanzar un máximo de 30.000 millones de dólares al mes en bonos y 20.000 en MBS a finales del cuarto trimestre de 2018.
La Reserva Federal mantiene los tipos de interés en el 1%-1,25%, aunque las proyecciones que hacen los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) mantienen una subida más para este mismo ejercicio que podría producirse en abril.
Nada diferente a lo que había estimado el consenso en estas semanas. Había dudas de si la autoridad monetaria modificaría sus proyecciones para los próximos meses, sobre todo en cuanto a los tipos se refiere, pero no es así. Si nada cambia, los tipos subirán este año una vez hasta el 1,4%. En 2018 se quedarán en el 2,1%, lo que implicaría otras tres subidas más. Y para el año siguiente, los miembros de la FED sí han reducido sus proyecciones y consideran que los tipos quedarán en el 2,7%, frente al 2,9% que habían proyectado en junio.
Las subidas se apoyarían en una mejora de la economía. Si hasta junio esperaban que el PIB crecerá este año un 2,2%, las nuevas estimaciones elevan la expansión económia de Estados Unidos este año hasta el 2,4%. Para el año que viene las estimaciones se quedan sin cambios.
En lo que no han realizado modificaciones es en las estimaciones de inflación para este año, que mantienen en el 1,6%. Eso sí, bajan la subyacente hasta el 1,5%, frente al 1,7% de junio. También se quedan sin cambios las proyecciones de desempleo, que se quedaría en el 4,3%.
El famoso gráfico de puntitos sí que manifiesta que los miembros de la FED están menos de acuerdo en la evolución de los tipos, tal y como se puede ver en el gráfico, lo que podría indicar que cada hay menos entre el grupo de los más optimistas.De hecho, ya no hay ningún miembro que vea el precio del dinero ni en 2,75%, ni por encima del 3% en 2018, como ocurrió hace tres meses.
En su comunicado, la FED mantiene el tono de los anteriores y explica que mejora el mercado de trabajo, así como explica que la actividad económica ha comenzardo a subir de forma moderada. Reconoce que el gasto de los hogares sigue creciendo de forma moderada, y como en otras ocasiones hace referencia a la mejora de la inversión de las compañías en bienes de equipo, que sigue creciendo.
Aunque apunta que la inflación continúa por debajo del 2% (en el 1,9%), considera que todo apunta a que las expectativas de inflación para el largo plazo siguen sin cambios.
La FED ha hecho referencia a los huracanes que han arrasado parte de la geografía americana y aunque dice que tendrán su efecto en el corto plazo, no va van a alterar el devenir de la economía americana en el medio plazo. Cree, eso sí, que sus efectos sobre el precio de la gasolina alterará la inflación en el corto plazo y de forma temporal, aunque las previsiones a doce meses es que los precios sigan por debajo del 2% en el corto plazo, pero que consigan estabilizarse en torno a este nivel en el medio plazo. Eso sí, el Comité manifiesta que sigue vigilando este punto con atención. Los precios le preocupan.
La decisión de mantener los tipos y reducir el balance ha sido unánime esta vez.