Al igual que las empresas, los países necesitan pedir prestado para poder invertir, necesitan financiarse para seguir creciendo. Para ello, las empresas pueden ir al banco a pedir un crédito (BCE en el caso de los países) o emitir deuda para después vendérsela a los inversores a cambio de una rentabilidad. Esta rentabilidad es el coste al que el Estado va a tener que hacer frente. Dependiendo de la solvencia del país, los intereses que pagarán, el coste que tendrá que hacer frente dicho país, será mayor o menor, siendo esa relación inversa. Es decir, a mayor solvencia y seguridad que se le suponga, más gente querrá invertir, pero el precio (rentabilidad para el inversor y coste para el país) será menor. Esta es la relación inversa es conocida como “rentabilidad-riesgo” y es donde entra en juego la prima.


Este concepto nos dice cual es el sobrecoste al que va a tener que hacer frente un país cuando emite deuda, con respecto a otro al que se le supone “libre de riesgo”.
En el caso de Europa se considera que Alemania es el activo “libre de riesgo” dada la solvencia y crecimiento de la economía, por lo que la prima de España será la diferencia entre la rentabilidad de la deuda emitida por España y la Alemana. Es un gran medidor de la desconfianza de un país con respecto a otro, y esa desconfianza se paga. En otras palabras, el hecho de que suba la prima significa que, desde fuera, en el mercado, se nos ve más débiles, por tanto con más riesgo y como consecuencia, más necesitados de aumentar la rentabilidad para que algún inversor quiera nuestras emisiones de deuda. Por eso afecta tanto a la marcha del país, porque cuanto más suba más tendremos que pagar para que alguien quiera comprar nuestra deuda.

La prima se mide en puntos básicos siendo 100 puntos básicos un 1%, de manera que cuando en prensa aparece “la prima sube 13 puntos básicos” significa que si hubiera subasta de deuda en ese momento, el Estado tendría que pagar 0.13% más que antes para financiarse. Visto esto y para hacernos una idea de la situación en la que estamos, como ejemplo, Grecia está en torno a los 2850 puntos básicos, Portugal 1030 siendo el nivel de España 540 puntos básicos. Recordamos que se rescataron a éstos países cuando su prima de riesgo estaba en los 500 puntos básicos.

Dicha prima queda definida por la percepción de riesgo que el mercado (inversores particulares, fondos internacionales, gobiernos,…) tiene acerca de la deuda a comprar. En el caso de los CDS ocurre lo mismo.

Los CDS´s (Credyt Default Swaps), son contratos derivados de seguro contra el riesgo de impago de la deuda. Es decir, volviendo a que los Estados, como las empresas se tienen que financiar en el mercado, lo que miden los CDS es el precio para cubrir la posibilidad de que un Estado no pague la deuda que ha emitido. Así, a mayor precio, mayor percepción de que ese país va a quebrar. Y en esta percepción entra todo y ahí es a donde quiero llegar.

Hace unos días Mariano Rajoy decía que “…la prima de riesgo no tiene nada que ver con Bankia..”. Y discrepo. Esta entidad nació porque “se iban a crear sinergias…, se va a conseguir aumentar la eficiencia…”. Si me permiten el simil, es como si pretendemos juntar dos bolsas de basura, y por arte de magia se convierta en perfume… Y si entendemos basura como mora, conflicto de intereses políticos y económicos, e ingeniería contable, pasa lo que pasa, por muy bonita que sea la bolsa, sigue teniendo basura. Una basura que ha hecho perder a Bankia en Bolsa casi un 75% desde su precio de salida de la OPV en 3.75€ hasta los 0.95€ que tocó intradía el 30-5-12, por ahora…

BFA (Banco Financiero y de Ahorros) que es la matriz de Bankia, comunicó unos beneficios de 41M€ y ahora rectifica declarando unas pérdidas de 3.318M€. Recordemos que entre las dos ayudas públicas que Bankia ha recibido, suman 23.465M€. Este baile de datos, crea desconfianza en el mercado por Bankia, por el sistema financiero español (el mismo sistema por el que el anterior presidente sacaba pecho diciendo que era el más sólido del mundo) y por último, en el país.

Dentro de ese mismo sistema financiero estaba José Enrique Garrigós (ex miembro del Consejo de Administración de Caja de Ahorros del Mediterráneo), Este directivo, comentó que no tenía tiempo ni formación para revisar los balances de la entidad. Se mire por donde se mire, este tipo de declaraciones también afecta a la desconfianza y aumenta la distancia en todos los aspectos entre Alemania y España, por lo tanto en la prima,… ¿Quién invertiría en un país o empresa en el que un directivo dice que no sabe lo suficiente para gestionar su actividad?. Una actividad que afectaba directamente a 75.000 millones de € en activos. Y es que, ya en su tiempo Sir Winston Churchill solía repetir una frase que sigue en vigor, “El fallo de nuestra época consiste en que sus hombre no quieren ser útiles sino importantes”.

Todo esto afecta a la confianza, a las percepciones de otros países y por lo tanto a la prima. Y más en el corto que en el largo plazo, afecta por supuesto a la economía real porque el accionista que invirtió 1000€ en Bankia ahora tiene poco más de 300€. A pesar de que hasta que no venda no ha perdido, lo cierto es que para recuperar la inversión tiene que esperar una subida del 325%. Esperar, por supuesto, sentado.