Con esto, la clave para continuar por la senda del crecimiento es tener un tejido empresarial más homogéneo y sin tantos desequilibrios. Tal y como afirma la IEBS, todo lo que no sea crear palancas y apoyos financieros para estos colectivos será en vano si de verdad queremos una salida real de la crisis.
Actualmente, el tejido empresarial español está compuesto en un 80% por pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas de origen familiar y con problemas de financiación a corto y medio plazo. Según el último informe del Banco de España referido al mes de marzo, la falta de liquidez continúa siendo el principal problema de la Pyme en España y la razón por la que los autónomos siguen sin encontrar la vía que les aporte seguridad económica para mantener a flote sus negocios. Y por poner una cifra, el informe de SGR-Cesgar habla del 55,7% de las pymes que han encontrado dificultades a la hora de obtener financiación. Un porcentaje que ha aumentado desde el 51,6% del año pasado.
A pesar de ello, se reduce en más de diez puntos el número de empresas con necesidad de financiarse que pidieron crédito a los bancos. Este fenómeno es una consecuencia del mayor protagonismo que han adquirido los fondos propios para resolver los requerimientos. Eso sí, el informe concluye que las condiciones de acceso al crédito parecen haber mejorado y la exigencia de garantías se ha reducido en un 45,8% entre las empresas que han obtenido financiación. Algunas entidades como BBVA van más allá innovando en el desarrollo de soluciones para pymes y autónomos, como su línea de crédito Click&Pay, con la que los problemas para afrontar los pagos habituales se acaban al obtener liquidez con un click. Una fórmula que está teniendo una buena acogida porque sirve para pagar impuestos, nóminas, seguros sociales, importaciones o pagos a proveedores.
En este punto, es interesante decir que actualmente la mayoría de entidades bancarias se han puesto sobre el terreno del emprendimiento para destinar financiación a las pequeñas y medianas de nuestro país. Según los últimos datos del Banco de España, la banca ha abaratado la financiación en este segmento de compañías de forma contundente, lo que supone una reducción media del 23,8% en el coste de financiación de las mismas.