Según los datos preliminares publicados por Eurostat, el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro experimentó un crecimiento del 0,3% en el segundo trimestre en comparación con los tres meses anteriores. Este crecimiento se mantuvo en línea con la expansión del trimestre anterior.
En el conjunto de la Unión Europea (UE), el PIB también registró un crecimiento del 0,3% en el segundo trimestre, lo que refleja la misma tendencia de crecimiento que en los primeros tres meses del año.
En comparación con el mismo trimestre del año anterior, el PIB desestacionalizado aumentó un 0,6% en la zona euro y un 0,7% en la UE durante el segundo trimestre de 2024. Estas cifras muestran un aumento con respecto al trimestre anterior, que fue del 0,5% en la eurozona y del 0,6% en la UE.
Dentro de los Estados miembros para los cuales se disponen de datos para el segundo trimestre, se observaron diferentes niveles de crecimiento. Irlanda destacó con un aumento del 1,2% en comparación con el trimestre anterior, seguida de Lituania con un crecimiento del 0,9% y España con un aumento del 0,8%. Por otro lado, Letonia experimentó el mayor descenso con un -1,1%, seguido de Suecia con un -0,8% y Hungría con un -0,2%. En términos interanuales, ocho países presentaron tasas de crecimiento positivas, mientras que tres mostraron tasas negativas.
Dentro de las cuatro mayores economías de la zona euro, España mantuvo su expansión con un crecimiento del 0,8%, en línea con el primer trimestre. Alemania, por su parte, registró una contracción del 0,1% después de haber crecido un 0,2% entre enero y marzo. Francia mantuvo su expansión en el 0,3%, mientras que Italia moderó su crecimiento al 0,2% desde el 0,3% del primer trimestre.
El ritmo de crecimiento de la eurozona y la UE en el segundo trimestre se situó por debajo del observado en Estados Unidos, que fue del 0,7%, frente al 0,4% del primer trimestre. Asimismo, el crecimiento fue inferior al de China, que registró un crecimiento del 0,7% entre abril y junio, después de una expansión del 1,6% en el primer trimestre.
Santiago Martínez Morando, jefe de análisis económico y financiero de Ibercaja, destaca que el crecimiento del PIB en España volvió a sorprender de forma positiva en el segundo trimestre según los datos preliminares del INE, ya que presentó un aumento del 0,8%, la misma tasa que en el primer cuarto del año (revisada unas centésimas al alza), y esto provocó una aceleración de tres décimas en la tasa interanual, hasta el 2,9%, el mejor dato desde el inicio de 2023.
Como en el trimestre anterior, volvió a ser clave la aportación de la demanda externa, ya que fue de nuevo de 0,5 puntos porcentuales de los 0,8 que creció el PIB en el trimestre. Las exportaciones crecieron un 1,2%, con un aumento destacado de las exportaciones de servicios turísticos (2,5%), mientras que las importaciones cayeron un -0,2% trimestral. En cuanto a la demanda interna, las mejores noticias provinieron de la inversión (0,9%), mientras que fueron más modestos los incrementos del consumo de los hogares (0,3%) y del consumo público (0,2%), y la acumulación de inventarios restó una décima.
Si atendemos a la evolución interanual, de nuevo tuvo un papel importante aunque en este caso no mayoritario la contribución de la demanda externa: 0,9 p.p. de los 2,9 que aumentó el PIB. Las exportaciones crecieron un 3,6% interanual (con un 12,8% para las de servicios turísticos) y las importaciones un 1,4%. El consumo crecía un 2,3% tanto para los hogares como para el sector público y la inversión un más modesto 1,2%, con datos similares para la construcción (1,2%) y la inversión en bienes de equipo (1,3%) y ligeramente menores para los productos de propiedad intelectual (0,8%).
Desde el punto de vista de la oferta, la expansión fue generalizada, si bien, destacó el aumento del valor añadido en la industria manufacturera (5,6%), que creció más que en el sector agropecuario (2,9%), en el de servicios (2,7%) y en la construcción (2,4%). Dentro de los servicios, tuvieron un desempeño más expansivo los de comercio, transporte y hostelería (4,0%), información y comunicaciones (3,3%) y actividades de entretenimiento y otros servicios (3,3%) y un crecimiento más modesto los financieros (1,6%) e inmobiliarios (1,0%).
En definitiva, el comportamiento del PIB sigue sorprendiendo al alza. Su positivo desempeño descansa en buena medida en la fuerte expansión de las exportaciones de servicios, y dentro de estos, de los turísticos. Los hogares siguen siendo cautos, ya que el consumo (2,3% interanual) y la inversión en construcción residencial (2,4%) crecen por debajo de los salarios por trabajador (4,4%). Este puede ser uno de los motivos que impide una mayor expansión de la inversión, ya que las empresas tienen que hacer frente a estos aumentos de los costes laborales, que no están siendo compensados por la productividad (0,9% interanual).