Recientemente hemos visto cómo las autoridades supervisoras de EEUU han impuesto abultadas multas a entidades financieras americanas que operan en su territorio por mala praxis en sus actuaciones, siempre en contra del cliente de las mismas. Se podría decir que los americanos no se andan con chiquitas y acudiendo al refranero español: "
¿Dónde han quedado esas prácticas hoy en día? La mala praxis de la banca española entiendo que no hay que explicarla, estafas como las preferentes no hubieran tenido cabida en el sistema americano, sus promotores y los supervisores estarían hoy entre rejas, pero España es diferente y los culpables, cuando se trata de bancos, pocas veces saldrán inculpados. Tampoco el empleado de contacto puede hacer nada para paliar estas situaciones o denunciarlas, so pena de perder su empleo dado que lo que prima es vender aunque se esté estafando o no explicando totalmente las características o riesgos del producto al cliente de toda la vida, el que confía en la entidad y sus personas .
Cada parte debe cumplir con su función y las leyes deben de proteger al más débil y regular el negocio.
Vemos continuamente cómo los clientes no cuentan ni tienen casi nadie que les defienda ¿por qué?¿quién se atreve con la maquinaria de un banco? En vez de ser una prioridad parece que sean un mal necesario dado que les abastecen de liquidez por que la del BCE solamente no es suficiente. Las cuentas de los mismos son continuamente saqueadas con el beneplácito del BdE como primer supervisor y como autorizador de comisiones y con un único fin recaudatorio para las cuentas de beneficios de la propia entidad, el último ejemplo digno del cuadro de honor es su rescate con el dinero de todos y la privatización de sus beneficios.
Otro elemento que no funciona debidamente es la comunicación e información corporativa ni de la propia entidad hacia el mercado e inversores y la comunicación con los clientes se reduce prácticamente a un tablero de anuncios que está en un lugar casi siempre inaccesible, la comunicación al mercado del valor es como se comprueba con los test de estrés deficiente y poco clara, la situación de morosidad actual hace que estén en quiebra no técnica sino real y nadie obliga a sus accionistas a reflotar con su capital a las entidades o liquidarlas como en el mercado americano
Rafael Montava Molina
rafaelmontavamolina@gmail.com
Consultor Financiero Empresarial