Del Informe Económico mensual publicado hoy.
Durante el primer trimestre de 2014 la economía española prolongó la trayectoria de paulatina
recuperación de la actividad en un contexto en el que se produjeron un avance
adicional en la normalización de los mercados financieros y la consolidación gradual de la
mejoría del mercado laboral. Según la información disponible —todavía incompleta—, se
estima que el PIB aumentó un 0,4 % en tasa intertrimestral (frente al 0,2 % del período
octubre-diciembre), lo que situaría por primera vez la tasa interanual también en terreno
positivo (0,5 %), tras nueve trimestres consecutivos de tasas interanuales negativas (véanse
cuadro 1 y gráfico 1).
La demanda nacional se incrementó levemente en tasa intertrimestral (0,2 %), apoyada en
un comportamiento de los componentes privados del gasto relativamente similar al del
trimestre previo, caracterizado por avances en el consumo privado y la inversión empresarial
y por un nuevo descenso de la inversión residencial. A ello se habría sumado el
moderado repunte del consumo y de la inversión públicos tras el pronunciado descenso
en los meses finales de 2013. A su vez, se prevé una contribución positiva de la demanda
exterior neta al crecimiento intertrimestral del PIB de dos décimas, inferior en todo caso a
la del tramo final del año pasado.
Esta estimación del producto para el primer trimestre de 2014 es coherente con las proyecciones
macroeconómicas para los años 2014 y 2015 que publicó el Banco de España
el pasado mes de marzo, y que situaban el avance del PIB en tasas del 1,2 % y del 1,7 %,
respectivamente1. Las citadas proyecciones se realizaron a partir de determinados supuestos,
entre los que cabe destacar el relativo al fortalecimiento gradual previsto para los
mercados de exportación españoles, una mejora adicional de las condiciones financieras
y la prolongación del proceso de consolidación fiscal, según las medidas conocidas en el
momento de realizar las proyecciones (el escenario fiscal no incorporaba, por tanto, la información
que pueda contener la próxima Actualización del Programa de Estabilidad de
España, que será publicada el 30 de abril). El informe consideraba que los riesgos de desviación
del PIB respecto a estas proyecciones estaban sesgados a la baja, aunque de forma
moderada, y se vinculaban a la posibilidad de que las economías emergentes experimentaran
una desaceleración más pronunciada o, en el ámbito interno, a un mayor ajuste fiscal
en 2015. En sentido contrario, se contemplaba la posibilidad de que la estimación del impacto
favorable de las actuaciones orientadas a consolidar la normalización en los mercados
financieros del área del euro fuese excesivamente cauta, o que las reformas estructurales
emprendidas impulsaran la actividad y el empleo por encima de lo estimado.
José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España