Han desaparecido las cajas de ahorro después de una larga historia, fruto de sus espoliadores gestores que disfrutan ahora del dinero robado. Hemos acabado también y, como era normal con la función social de estas entidades , vemos cómo algunos de sus gestores están imputados en causas que con el tiempo seguramente se desvanecerán y quedaran en agua de borrajas, es el triunfo de los malvados a costa del sacrificio de los menos pudientes, la socialización de las perdidas y los estragos de grupos de “ rapiñaires “ que pensaban que al estar al cobijo de algunos políticos su situación iba a durar toda la vida.


Pero no hablemos más del pasado. Todos somos cómplices de la situación porque de una u otra manera la hemos provocado por acción u omisión.
Es verdad que unos más que otros, pero al fin y al cabo, cómplices. Ahora que es más importante que nunca mirar al frente y al futuro nos enredamos en teorías, dimes y diretes, las cosas creo que son más fáciles de lo que expresamos y los únicos que las complicamos somos nosotros por no querer enfrentarnos a la realidad.

Hemos pasado del crédito fácil y para todo a ¡no hay dinero para nada! Mejor dicho, sí lo hay pero no está disponible. Como dicen por ahí sesudos economistas hay que expandir la demanda. ¿Cómo? Las teorías de libro son eso teorías- La realidad es que no hay dinero en manos de las personas para gastar porque primero, como es normal y de sentido común, son sus necesidades básicas y después lo demás. Pero el efecto del miedo también juega en esta situación porque los ahorros, aunque estén disponibles, no son utilizables porque están destinados a remediar sucesos imprevisibles de las familias y las personas y no aumentar el gasto corriente, e incluso en esta situación en la que estamos atravesando el ahorro prácticamente se mantiene y aumenta por miedo. Esta situación tiene una virtud y es que nos enseña a todos a gestionar mejor nuestras economías, por que gastar todos sabemos ahorrar es un poco más difícil.

Todo ello nos hace estar en una pinza o rotonda de la cual no podemos salir solos sino en conjunto , esto lo hemos comentado muchas veces, pero las personas que rigen destinos a nivel internacional y tienen la sartén por el mango no se dan mucha cuenta porque salvaguardan sus intereses, echar la culpa a otros como hacen en muchas instituciones es la práctica normal de la persona sin escrúpulos ni criterio y que esta únicamente para medrar, nos enfrentamos a los problemas reales para posicionarnos mejor de cara a una salida conjunta y para ello debemos de empezar a arreglar lo principal , nuestro sistema financiero , el cual sigue haciendo aguas por todos los sitios- El gobierno hasta la fecha no le pone el cascabel al gato, llevamos cuatro reformas financieras y nadie se fía de nuestros bancos, ¿por qué? Seguimos mintiendo en nuestros balances, actuamos descoordinadamente y lo único que hacemos es tratar de tapar nuestra situación que sobre el papel es una cosa y la realidad otra muy distinta. Digamos claramente cuál es nuestro agujero y nuestras necesidades, de lo contrario no podremos poner en marcha el crédito productivo necesario para nuestra economía y nuestras familias.

Si no hay crédito no hay recuperación, esto está más claro que el agua, ¿Qué problema hay en su aplicación? A la banca se le ha entregado el capital que han solicitado o creído necesitar ¿ y qué ocurre? ¿Cuál es su destino? Los agujeros de la mala gestión bancaria que necesita tapar con dinero prestado destinado al crédito, por ello mientras no aclaremos cuál es el montante del problema no sabremos cuándo estabilizaremos nuestra enfermedad.

No tenemos que ir muy lejos para ver cómo han solucionado crisis financieras similares otros países del área euro- Primero, inyectar dinero. Segundo, separar los activos dañados, en un banco malo y tercero, actuar con rapidez y veracidad.-El banco malo por ejemplo, no se veía como una buena medida (cuando en otros países había funcionado perfectamente), después de dos años se tiene que crear y a estas alturas no se sabe cómo hacerlo ¿dónde está el problema? Si es una medida contrastada y apropiada para atajar una parte del problema, el problema está en que las entidades no quieren ceder sus activos malos a precios reales de mercado para que no se vea la realidad de sus balances, digamos las cosas claras y diagnostiquemos realmente cual es el montante de nuestro problema de una vez por todas.

Si a esta situación también aplicamos únicamente medidas correctoras, más impuestos poco podremos hacer, quizá se recaude menos por que el ciudadano trata de evadir la presión fiscal, por ello necesitamos políticas expansivas como en EEUU, tenemos que liberar fondos con destino a la producción, si no hay inversión empresarial no tendremos nada y para ello tiene que haber crédito, no se puede hacer crecer la demanda como el gobierno Zapatero regalando el dinero improductivo, la falacia es un mal argumento que parece bueno.
Elegir como todos conocemos es descartar, y si tenemos experiencias alrededor con éxito debidamente adecuadas nos tienen que servir.

Rafael Montava Molina
Consultor financiero
www.rafaemontava,com