Es un aspecto muy importante también que gracias a esta reunión que vamos a tener en un par de días nos va a aclarar bastante cuáles son las posiciones de cada uno porque es verdad que Trump ha dicho ciertas cuestiones que llevan a pensar a los inversores que puede haber ciertas tensiones entre las dos principales economías mundiales. Pero habrá que ver si ahora en esta reunión se crea una buena sintonía o si por el contrario empezamos a ver que puede haber un escenario de tensión política que se puede llegar a ver que se traslade a las dos grandes economías que podrían tener impactos al resto de las economías.
Luego están las políticas monetarias por parte de la Fed y el BCE. ¿Cuál es su visión sobre las medidas que tomarán los dos principales bancos mundiales?
¿Cómo puede impactar todo esto en el dólar y el euro?
Está todo entrelazado. Es verdad que como sabemos los mercados anticipan en su cotización las expectativas que hay, pero sí es verdad que si la Fed está subiendo tipos mientras el BCE no los sube mientras está llevando a cabo un programa de compra de deuda podemos ver que se aprecia obviamente el dólar frente al euro. Aunque más o menos puede seguir en el rango actual que está entre el 1,038 y el 1,08. Vemos como a pesar de que las reuniones del BCE y de la Fed se sigue manteniendo en estos niveles.
Otro de los temas que está sobre la mesa es la activación del Brexit. Ahora se abre un periodo de negociaciones de al menos dos años. ¿Cuál es el escenario que maneja y cómo se reflejará en los mercados?
Es bastante complicado establecer un escenario porque realmente es algo que no se ha visto antes, que aparentemente si analizamos las posiciones que tienen las dos partes implicadas en la Unión Europea parecen muy distanciadas. Eso nos podría llevar a por lo menos tener en mente que aunque a los dos países les interesa una resolución positiva, que sea positiva para las economías de los países, no hay que descartar ciertas tensiones, ciertas incertidumbres respecto a que no se llegue a un acuerdo. No hay que descartar a que se llegue a ralentizar y que no sean dos años y que sean más años. Todo lo que sea incertidumbre como sabemos no afecta bien a los mercados y podríamos ver tensiones, aumentos de volatilidad y caídas.
En Europa también seguimos teniendo sobre la mesa otros factores de riesgo como los procesos electorales. ¿Cómo valora esta normalización que se ha vivido últimamente en los mercados dando prácticamente por ganador seguro a Macron?
Efectivamente, hay que tener en cuenta la experiencia pasada con las elecciones en Estados Unidos o con el referéndum en el Reino Unido y hemos visto como el mercado pasa de no estar nada preocupado a estar más preocupados en muy poco tiempo. Entonces creo que actualmente se está descontando que puede haber una victoria cómoda de Macron, que es lo que estima el mercado que es lo que mejor le puede venir a la economía y por tanto a los mercados, pero a la mínima que veamos un repunte en las estimaciones de voto de Le pen podríamos ver cómo puede empezar a haber tensiones y a haber ciertas caídas. Creo que por lo que llevamos ya hasta este punto no van a ser de importancia porque parece bastante resuelto. Pero como digo nunca se sabe, ya lo hemos visto hace poco, y podríamos llevarnos una sorpresas.
También se sigue percibiendo como riesgo a la situación de la banca italiana. ¿Pueden llegar más turbulencias por esa parte?
En mi opinión creo que sí. En Europa hay varios aspectos que pueden afectar y este es uno de ellos. Como hemos visto al final cada país ha vivido un proceso de recapitalización de los bancos y de mejora de estos bancos por separado. Con lo cual hay ciertos bancos como los italianos que se han quedado por detrás de países como España. Entonces entra dentro de lo probable que puedan resurgir ciertas dudas sobre el estado de los balances de los bancos italianos. Esto podría afectar al sector y hay índices como el Ibex que están muy bancarizados que también afectaría. No obstante también veo positivo que todo el programa de estímulos monetarios que está llevando el BCE también podría servir en parte como cortafuegos y por eso también comento que en función de cómo se vayan desarrollando ciertos aspectos como el Brexit, la problemática bancaria italiana, incluso el BCE puede seguir ampliando su programa para actuar de cortafuegos en este sentido.