JPMorgan Chase ha disminuido su participación en Grifols, la compañía catalana de hemoderivados, del 3,095% al 2,991%. El movimiento llega en un momento en que la firma canadiense Brookfield está en inmersa en el proceso de buscar inversores para participar en la oferta pública de adquisición (OPA) sobre Grifols.
Según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la participación actual de JPMorgan Chase en Grifols se distribuye en un 0,155% de derechos de voto atribuidos a las acciones y un 2,836% a través de instrumentos financieros. La entidad bancaria posee 12,74 millones de acciones de Grifols, valoradas en más de 126,43 millones de euros al precio actual del mercado.
Brookfield ha estado en conversaciones informales con varios fondos soberanos, incluido el fondo ADQ de Emiratos Árabes Unidos y el GIC de Singapur, para participar en la OPA de Grifols. Se ha especulado que Brookfield está buscando una financiación de alrededor de 10.600 millones de dólares para lanzar la OPA junto a la familia Grifols.
La financiación buscada por Brookfield sería utilizada para la refinanciación de la deuda de Grifols, que incluye préstamos y bonos 'high yield'. La OPA podría activar una cláusula en los bonos de Grifols que permitiría a los tenedores solicitar la devolución del capital invertido en su valor nominal. Esto se debe a las caídas que la empresa ha experimentado desde el ataque del fondo bajista Gotham City Research en enero.
En julio, Grifols confirmó que los accionistas familiares de la empresa habían llegado a un acuerdo con Brookfield para evaluar una posible OPA conjunta por la totalidad del capital social de la compañía. El proceso de 'due diligence' sigue en marcha y se estima que la empresa podría tener un valor patrimonial de alrededor de 8.900 millones de dólares. La OPA sería de exclusión, con la intención de sacar a la compañía de su cotización en Bolsa.