Como explicaba a la CNBC minutos después de conocerse estos resultados Marty Mosby de Vining Sparks “estamos ante un perfecto ejemplo de bajísimas expectativas que se superan”. Hay recordar que en los últimos meses las distintas cotizadas han publicado rebajas de previsiones hasta llevarlas a niveles mínimos.
A la mejora de las cuentas ha contribuido un mantenimiento de la calidad de la cartera de préstamos, a pesar del deterioro en el área de energía. También una caída casi a cero de las provisiones destinadas a pagar costes legales. Además, los analistas señalan que se ha comenzado a apreciar el tímido efecto de la primera subida de los tipos de interés de la FED del mes de diciembre.
En el comunicado el CEO de la entidad, Jamie Dimon ha explicado que “el negocio ligado al consumo continúa creciendo, así como los depósitos, cuya captación ha superado la media del la industria”.
Precisamente, el posible retraso en la subida de los tipos de interés ha llevado a que el sector financiero sea uno de los peores en lo que va de año. Antes de que finalizara el ejercicio, el bancario era una de las apuestas de muchas firmas de análisis que esperaban que la subida del precio del dinero animara los deprimidos márgenes del sector.
En lo que va de año, JP Morgan cae más de un 10% en bolsa, aunque lo hace mejor que algunos otros bancos.
Los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión le dan a JP Morgan 4 puntos, lo que sitúa a la firma en fase de rebote. Entre los puntos positivos que se esperan para el valor se encuentra una tendencia alcista a medio plazo y una volatilidad creciente, tal y como se puede ver en el gráfico.