Los mercados no dan tregua y parece curioso que los propios miembros de empresas como Tesla o UPS tiren en contra de las mismas. Sin olvidar el ataque del gobierno chino a empresas educativas o tecnológicas por ganar más dinero. ¿Qué está pasando entonces?, se pregunta Jim Cramer en Real Money.
“Es hora de jugar un juego nuevo. Se llama matar tus propias acciones (kill your stocks)”, comenta Cramer.
Carol Tome, directora ejecutiva de United Parcel Service trató de resucitar sus asistentes en su propia conferencia hablando del pasado y de los grandes cambios que se esperan. Esa es una nueva postura para un CEO. Hay directores ejecutivos cautelosos, pero es raro escuchar que el futuro podría no ser tan bueno como el pasado.
“Para mí, eso dice toma el dinero y corre”, señala Cramer.
Luego tenemos al gobierno chino que está reduciendo las acciones de las empresas que ganan mucho dinero que tal vez no deberían. Al mismo tiempo, también quiere detener las ganancias multimillonarias en seco tanto en Estados Unidos como en su país. La notable aniquilación de las acciones de China Education es una advertencia para todas las empresas en China: si gana mucho dinero con los ricos haciendo algo que acentúa la diferencia en las clases económicas, aplastaremos su rentabilidad.
” Lo digo literalmente. ¿De qué otra manera se obtiene un recorte de precio objetivo de 93 a 3 dólares de la misma manera en que Deutsche Bank recortó las acciones de primera clase de Gaotu Techedu Inc?”, destaca Cramer.
El Partido Comunista está matando tres pájaros de un tiro:
- Confisca la riqueza del fundador multimillonario
- Está haciendo que el sistema educativo sea más igualitario: los niños ricos han recibido una mejor educación que los niños pobres
- Destroza la riqueza de los estadounidenses que pueden ser dueños de esta o TAL Education Group o New Oriental Education & Tech Group
No se puede decir que el partido no le dio la espalda cuando aplastó a los accionistas de Didi, el Uber de China, justo después de que se hizo público. Pareciera que el partido también está detrás de empresas que simplifican la vida a los chinos, como Tencent. ¿Quién podría ser el siguiente: Baidu, Alibaba o JD.com?
“¿Quizás el Partido Comunista hace un sorteo? Oye, después de que atacó al popular favorito estadounidense, la plataforma de comercio electrónico Pinduoduo por impulsar algunos productos falsos, por lo que todo es posible. Al partido, obviamente, no le importa la rentabilidad. Aparentemente, se preocupa por la igualdad que no concuerda con los trimestres mejores de lo esperado”, menciona Cramer.
¿Es momento de huir de todas las acciones chinas, incluso las acciones no tecnológicas, incluso cuando los medios de comunicación lo llaman una represión tecnológica?
Incluso la legendaria Cathie Wood que, a todos los efectos, parece que nunca le gusta vender sus acciones de crecimiento porque una vez que las compra, subirán, esta replegando posiciones.
“¿Quién puede culparla? ¿Crees que a Xi le gustan los estadounidenses que ganan dinero con los chinos sin crearles puestos de trabajo? No lo creo. No sea el último en irse. Y como diría el presidente Xi, no dejes que la puerta te golpee al salir”, dice Cramer.
El ejemplo más extraño del juego kill your stock provino nada menos que del propio Technoking, Elon Musk de Tesla. El mismo pasó la mayor parte de su tiempo hablando de lo difícil que es fabricar automóviles y de cómo los problemas de la cadena de suministro de semiconductores son reales y perjudican a su empresa. Este fue un trimestre notable tanto en la parte superior como en la inferior y debería haber sido motivo de la magia y el espectáculo habituales de Musk.
“En cambio, me sentí como si estuviera en una vieja presentación de Ford Motor. Verifique que, en realidad, elogió a Ford por no ir a la quiebra y también por producir en masa el Modelo T contra todo pronóstico”, afirma Cramer
Sin embargo, a diferencia de los otros asesinatos, al menos Musk podría haber tenido una razón para jugar de esta manera. Si estaba pensando en invertir en uno o todos los nuevos competidores de vehículos eléctricos, ya sea Lucid de 41 mil millones de dólares, Fisker o Rivian o cualquier nuevo competidor, reflexione sobre lo difícil que podría ser para ellos producir en masa tan bien como lo ha hecho Musk.
“No importa, en un día malo, lo último que desea es una compañía con administradores, ya sean Carol Tome, el Partido Comunista o Elon Musk, que lo haga sentir como un tonto por poseer sus acciones después de trimestres uniformemente buenos. Mira, no estoy pidiendo exageración. No quiero una autopromoción sin fin. Pero, ¿qué tal si ayudamos y no hacemos daño a nuestra propia causa?”, finaliza Cramer.