Recorta sus previsiones de beneficios por acción en el sector de las bebidas alcohólicas y de refrescos entre un -4% y un -19%. El escenario base macroeconómico con el que trabaja Jefferies es el de una recesión superficial, considerando no solo la invasión de Ucrania por parte de Rusia, sino también las presiones cambiarias e inflacionarias.
En una recesión poco profunda, Jefferies dice que poseería bebidas espirituosas de crecimiento de calidad como Diageo y Pernod Ricard, ya que los consumidores continúan primando a estas compañías y las marcas de bebidas espirituosas pueden absorber la inflación del coste de producción. Diageo es un conglomerado británico que cuenta con enseñas como J&B, Johnnie Walker, Buchanan's, Cardhu, Baileys, Smirnoff, Tanqueray, Gordon's, Cacique, Captain Morgan...
En el caso de Pernod Ricard controla marcas como Chivas Regal, Jameson, Seagram, Beefeater, Absolut, Pernod, Havana Club, Malibu, Tía María, Ballantine's...
En una recesión severa, el banco de inversión ve una caída de las ganancias de hasta el -48% y espera que las bebidas espirituosas actúen como empresas de "ciclo tardío" con una demanda que se mantiene bien inicialmente antes de que se haga visible la recesión.
En el caso de una recesión profunda, el corredor cambiaría tácticamente de compañías alcohólicas de licores y bebidas destiladas a empresas cerveceras y de refrescos, ya que la deflación de las materias primas desencadena un período de rendimiento superior. En el hipotético caso de que hubiera una crisis profunda Jefferies cree que las mejores opciones del sector serían la empresa holandesa Heineken y la belga AB InBev, mientras que prefiere a Coca-Cola Europacific Partners y la empresa de tónicas Fevertree Drinks.