El valle de Jackson Hole, en Wyoming, se prepara para recibir a los principales bancos centrales del mundo en su tradicional reunión anual que se celebra desde 1982. Este año, el simposio número 47 se centrará en "reevaluar la eficacia y transmisión de la política monetaria", aunque la atención estará puesta en las posibles decisiones sobre las tasas de interés que se esperan a partir de septiembre.

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, actuará como anfitrión del evento, acompañado por figuras clave como Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, y Philip Lane, economista jefe del Banco Central Europeo (BCE). Estas intervenciones serán especialmente relevantes ya que preceden a las reuniones cruciales de septiembre.

El Consejo de Gobierno del BCE se reunirá el 12 de septiembre, seguido por el Comité de Mercado Abierto de la Fed el 18 de septiembre y el Comité de Política Monetaria al día siguiente, el 19 de septiembre. Estas fechas marcan momentos clave para las decisiones de política monetaria en ambos lados del Atlántico, especialmente en el caso de la Fed, que se espera que recorte por primera vez los tipos de interés este año.

Desde 1978, el Banco de la Reserva Federal de Kansas City ha sido el patrocinador de este simposio que aborda los desafíos económicos tanto de Estados Unidos como a nivel global. A partir de 1982, el evento se trasladó a Jackson Lake Lodge, en el Parque Nacional Grand Teton (Wyoming).

Según la entidad organizadora, se analizarán las lecciones aprendidas de la respuesta de la política monetaria ante la pandemia y el posterior aumento de la inflación. La década actual ha sido testigo de medidas monetarias sin precedentes, con resultados variables en las economías y una disminución de la inflación a pesar de un crecimiento resistente. Esto plantea interrogantes sobre la transmisión de la política monetaria y las lecciones que se pueden extraer de esta situación extraordinaria.