Tesla tiene menos de una década de vida y es el fruto del empeño de Musk por hacer del mundo un lugar mejor.
Uno de los muchos sueños de este visionario de 44 años se centra en un proyecto de corto plazo, el de conseguir expandir el uso del coche eléctrico. Para ello fundó Tesla Motors, una empresa que ha conseguido que muchos usuarios deseen poseer un coche propulsado por energía eléctrica. Musk no sólo es fundador, sino que es jefe de diseño de la compañía y han conseguido poner en el mercado varios modelos el X y el S que ya se venden hasta en China.
Ahora, además, Tesla se ha puesto manos a la obra con un nuevo proyecto, la venta de baterías de acumulación de energía para el hogar que lo que buscan es actuar como una tecnología disruptiva. Conseguir que las familias se independicen de las compañías eléctricas. Como casi todo lo que anuncia el presidente de la empresa, la noticia ha revolucionado el mundo.
Desde que Tesla nació parece que los accionistas no han tenido mucha suerte, sobre todo si miramos su inexistente historial de beneficios. Los apuntes de beneficio neto de la empresa siguen en riguroso rojo. El negocio requiere fuertes inversiones en tecnología, en fabricación de plantas, de instalaciones.
El proyecto es demasiado caro y Tesla necesita vender muchos más coches de los que vende en la actualidad como para obtener ganancias. Y eso que el nivel de crecimiento de sus ventas es absolutamente esclarecedor. Sólo el año pasado sus ingresos aumentaron un 58% hasta rozar los 3.200 millones de dólares. Y si el consenso no se equivoca, cuando acabe 2015, la sociedad californiana podría haber aumentado sus ingresos es casi un 90%.
A finales del año pasado, Musk afirmaba durante una conference call que las ventas de 2015 aumentarán este año hasta 6.000 millones de dólares. Es más, afirmó que en los 10 años siguientes los ingresos crecerían un 50% cada ejercicio y que al final de esa etapa su PER rondaría las 20 veces. Es más, explicó que en ese momento, la capitalización de la compañía rondaría los 700.000 millones de dólares, es decir, valdría lo mismo que Apple en estos momentos. De hecho, el CEO del fabricante de coches eléctricos aseguraba que Tesla sería el nuevo Apple.
Por el momento su PER no existe, ya que no alcanza beneficios y si todo termina como espera el consenso, el ratio de precio/ beneficios, podría situarse muy cerca de las 190 veces, un nivel que muchos podrían considerar disparatado; desde luego, muy lejos de la media del mercado.
Sin embargo, hay quienes piensan que Tesla necesita entrar ya en número verdes, y cuanto antes mejor y si los cálculos de los analistas que siguen el valor no fallan, podría ser en 2015. Más, si se tiene en cuenta que desde que debutó en bolsa en junio de 2010, sus títulos suben más de 12 veces.
Lo que parece que han visto los expertos es que las baterías de Tesla podrían ayudar a la generación de beneficios. Hace solo unas semanas, los expertos de Deutsche Bank publicaban un informe en el que afirmaban que este tipo de industria tenía mucho potencial. “Las baterías proporcionan precios competitivos y son el Santo Grial de la penetración de la industrial solar”, afirmaban. En su opinión, este negocio habrá alcanzado gran escala en unos cinco años.
Los expertos de Julius Baer, por ejemplo, afirman que “las baterías de la empresa para el hogar es una realidad que ha llegado para quedarse. “No es una cuestión de “si”, sino “cómo de rápido” estas baterías de almacenamiento de energía para el hogar se van a convertir en una solución masiva”, explica
Es más, parece que las previsiones de peticiones de baterías harán que la gigafactoría de baterías de litio que Tesla construye en Nevada podría ser insuficiente y la sociedad se estaría planteando la construcción de otra nueva planta.
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