Es cierto que una caída de 5 puntos es exagerada e inesperada, y como el mercado tenía un recorrido alcista importante, ha generado miedo e incertidumbres.
La justificación de las anteriores caídas ha sido el
tapering, pero hay que ir pensando que se va a incrementar en 10.000 millones todos los meses, pues la situación macro es positiva. No obstante, esto está asestando un golpe a las divisas emergentes, algo que probablemente no esperaba Bernanke, pero él se tenía que fijar en EEUU.
Más del 70% de las compañías que han presentado resultados ha superado expectativas con rentabilidades por encima del 7,5%.

Tampoco ha ayudado el PMI chino (51 puntos), que demuestra que está teniendo un soft landing. Todo esto, unido al problema de las divisas emergentes, hace que haya mucha volatilidad. Además, el VIX está en 21 puntos, nivel más alto en meses y su subida demuestra que podemos ver caídas de mercado significativas, pero también recuperaciones significativas.

Ahora hay que ser cauto a la hora de entrar en
Wall Street, pues los precios a los que están es para ser más selectivo.

Dentro del mercado estadounidense, sí estaría en tecnológicas, pero viendo que su guidance es positivo y justifica el incremento en beneficios y PERs. No obstante, en el momento en que cambie el contexto, pueden ser los más castigados.
Sería más inteligente esperar a correcciones antes de entrar en tecnológicas, como Facebook. En cambio, Amazon.com no presenta el mismo panorama, pues no está creciendo por la competencia.

Las empresas que tengan que ver con el consumo en EEUU pueden tener un buen desempeño bursátil, como MasterCard o Visa, pues la mejora de los datos macro invita a consumir y en EEUU les encanta financiar las compras y tirar de crédito. En cambio, las energéticas pueden tener dificultades por la oscilación del precio del petróleo y el dólar.

Ya se ha desmitificado que el oro va a subir eternamente. Se puede usar como valor refugio, pero ya hay que ser muy cauto con él, pues también se puede perder dinero. De hecho, si hubiera una hecatombe en emergentes como China o La India, que son los mayores consumidores de oro, el precio del metal precioso caería por el descenso de su demanda.