Si vemos el gráfico del índice de semiconductores de Filadelfia, podemos ver cómo está afectando esta super demanda de chips a nivel mundial en el precio de los mismos.
Vamos por partes. ¿Qué son los semiconductores?
Los chips son llamados semiconductores o circuitos integrados y consisten en una serie de circuitos electrónicos impresos en un material conductor en forma de cubo minúsculo, que generalmente es silicio. Combinado con otros componentes, forman un sistema integrado más complejo y realiza una función electrónica específica. Comenzaron a ser utilizados en 1960, cuando fueron creados. Su diseño y fabricación es compleja y es parte de la escasez actual. Deben fabricarse en entornos altamente controlados, ya que picos de temperatura, electricidad estática o el polvo pueden dañar su funcionamiento.
Disrupción por escasez
Se han anunciado recortes estructurales de producción de la industria automotriz. Sabemos que Ford Motor había anunciado un expediente de regulación de empleo con 630 despidos y desaparición del turno de noche en la factoría valenciana. El consejero delegado de Volkswagen, Herbert Diess, comentó en una conferencia de prensa que 100.000 coches se perdieron debido a la escasez de semiconductores. Daimler dijo que la carestía de semiconductores afectará sus ventas de autos del primer y segundo trimestre, aunque dijo que espera poder recuperar el terreno perdido a finales del año. Y como este ejemplo otros más.
Pero no solo afecta a esta industria ya que los chips están en todas partes: administran plantas de tratamiento de agua, en aplicaciones militares y aeroespaciales, líneas eléctricas y casi cualquier producto que se enchufa llevan ahora estos compañeros de viaje de la vida moderna.
Dado que solo el 10% de la fabricación de semiconductores se utiliza para piezas de automóviles, los fabricantes de automóviles no ejercen la misma influencia negociadora que los gigantes de los productos de consumo electrónicos. Sin una solución inmediata es de esperar que la escasez dure al menos durante el 2021.
La demanda cada vez es mayor
La agencia de calificación Fitch comenta que lo anterior es resultado de una fuerte demanda subyacente de productos electrónicos de consumo, que estiman se mantenga a lo largo de 2021. “En cierta forma ha sido impulsado por la pandemia”.
Las restricciones hasta ahora no han provocado escasez en el suministro de ordenadores portátiles ni televisiones, que dependen de los chips IC (DDI), utilizados para las pantallas electrónicas, pero de mantenerse los confinamientos algunos analistas consideran que podría suceder. Basta ver lo que sucedió durante lo peor de la pandemia en 2020.
Se anticipa que el mercado global de consumo de bienes electrónicos tenga un crecimiento exponencial durante el periodo 2020-2026, con un valor proyectado de 1.500 millones en 2026 desde un valor de 1.000 millones en 2019, lo que implica un CAGR del 7%, con una alta demanda de países como China e India.
Las principales beneficiarias de la sólida demanda serán Taiwan Semiconductors (TSMC), que disfruta de un fuerte poder de fijación de precios a corto plazo, con una cuota de mercado que supera el 50% en la industria de la fundición y en la que los ingresos pueden aumentar a un CAGR del 10%-15% entre 2020-2025, favorecida por el desvío de pedidos de Semiconductor Manufacturing International (SMIC) tras las sanciones impuestas por EEUU a esta última.
También Samsung se podría ver respaldada por su unidad de fundición.
Tanto es la lucha por la supremacía en la fabricación de chips que la norteamericana Intel, con sede en California, nombró un nuevo director ejecutivo como intento de recuperar el liderazgo en la fabricación de chips que actualmente tiene TSMC. Otras norteamericanas son NVIDIA, AMD, Micron y Qualcomm, responsables del diseño y fabricación de muchos de los más avanzados chips.