- La sostenibilidad ya es todo un hecho en la cartera de los inversores y cada vez más empresas muestran su compromiso social y medioambiental en base a esos criterios ASG. En este sentido, ¿Dónde ven mayores oportunidades?
- Son muy buenas noticias porque hace 4 o 5 años las gestoras de fondos internacionales hablábamos con muchos de nuestros clientes institucionales y cuando les preguntábamos por el apetito del inversor, solo unos pocos preguntaban por fondos de inversión sostenibles o sostenibilidad en general. muchos inversores han considerado históricamente que todo lo ligado a la inversión sostenible estaba ligado a universos invertibles muy acotados donde era difícil añadir valor, temas de filantropía…en definitiva, era algo que costaba más y daba menos rentabilidad y esto no es así.
La crisis reciente ha abierto los ojos a muchos inversores. lo que vemos ahora es que invertir con criterios extra financieros no solo ha funcionado recientemente en 2020 sino que a corto, medio y largo plazo no es un lastre a la rentabilidad, sino que ofrece muchas oportunidades y un mejor control de los riesgos en muchos casos.
En cuanto a crecimiento, está siendo exponencial con datos a cierre del primer trimestre de 2021 que revelan que el 51% de los flujos netos en Europa han sido hacia fondos de inversión sostenibles en Europa sostenibles según los últimos datos de Morningstar.
En lo que se refiere a las mayores oportunidades, una de las más tangibles es la que está ligada a los aspectos climáticos o medioambientales y, en particular, la temática ASG más relacionada con la subcategoría de la transición energética que vemos con un auge muy fuerte en Europa. Si miramos los diez fondos sostenibles con mayores entradas en lo que llevamos de año, seis de ellos están directamente ligados a la ecología y concretamente a la transición energética. Es una categoría que está teniendo una rentabilidad cercana al 10%.
Nosotros tenemos un fondo ligado al clima y el entorno que incluso tienen una rentabilidad superior del 11% y estamos muy alineados con ella, pero, creemos que hay más temáticas de impacto en renta variable que pueden tener un rol de complemento de carteras de forma estructural para los inversores llegadas a la productividad, infraestructuras, conectividad e inclusión financiera que pensamos que tienen hueco para los inversores a largo plazo y en un enfoque de selección de compañías desligado de índices donde se puede añadir valor.
- ¿Cómo abordan la inversión de impacto en la gestora? ¿Qué productos ofrece NN Investment Partners para obtener la máxima rentabilidad en este segmento?
- SÍ, antes hablábamos de la transición energética que es una subtemática que está interesando a los inversores en este año en Europa. Nosotros creemos que es interesante mirarla, pero, con un enfoque más amplio, no cerrado a subsectores o a fondos ligados solamente a un tema, a un enfoque o a un nicho concreto sino a un enfoque orientado a cadenas de valor, por ejemplo, nuestro fondo Clim and Environment o clima y entorno no mira solo el tema de la transición energética, sino que también invierte en compañías relacionadas con la economía circular, gestión de los alimentos, del agua, residuos, etc.
Además, en renta variable, gestionamos otros fondos. Un fondo que es el NN Smart Conectivity donde incluimos compañías que tengan un impacto que, para nosotros, tiene que ser material, intencional y transformacional en las compañías. Todo ello en el campo de la tecnología, innovación, automatización de procesos, edificios sostenibles y eficientes, nombres ligados a la prevención de fraudes y esto reportarlo ya que al final son fondos de impacto mensual a ser posible y transparente, es decir, el impacto real que tiene. A modo anecdótico, estimamos que en 2020 las compañías de nuestro fondo Smart Connectivity evitaron cerca de 32,7 millones de euros en pérdidas relacionadas con diferentes tipos de fraude y esto es algo que el inversor final ve y, además de tener una rentabilidad financiera, posee un impacto extra financiero.
Otra temática renta variable sería la ligada con el sector salud, pero, de nuevo de manera ampliada. Nuestro NNG Dual Beam impacta en 6 objetivos de desarrollo sostenible diferentes y no solo relacionadas con la salud, qué es la mitad de la cartera, sino compañías como por ejemplo HDFC que es una compañía de servicios financieros en India que concede hipotecas y, por tanto, facilitar el acceso a la vivienda a familias de clase media y baja y favorecer la inclusión financiera de una parte de la población muy importante. Esto impacta en el ODS básico que tiene que ver con el fin de la pobreza. En definitiva, son ideas de renta variable que creemos que vale la pena tener en el radar.
– Teniendo en cuenta a situación actúan en torno a la inflación ¿apuestan por la renta fija o variable?
- No nos cerramos a sobre ponderar claramente un activo, es decir, renta fija o variable. Digamos que en renta variable de forma táctica en este entorno estamos sobreponderando moderadamente desde mediados de junio la eurozona. Esperamos un crecimiento razonable en 2021 debido a lo cíclico del mercado y luego que tiene una exposición global puesto que cerca del 40% de los ingresos generados en una eurozona provienen de comercio a nivel global y creemos, en definitiva, que podemos ver flujos extranjeros positivos en la zona euro.
En renta variable, actualmente, durante las últimas semanas estamos infraponderando algo más emergentes sobre la base de un dólar fuerte, de una Fed un poco más how keys y unos datos en China más flojos y, en renta fija, no tenemos una convicción muy fuerte, pero, sí que estamos sobre ponderando high yield europeo y también en Estados Unidos. En este entorno complicado, estos dos caladeros nos parecen interesantes ya que no asumes una duración muy ambiciosa, que es algo que hay que tener en cuenta en este entorno de tipos y tienes una rentabilidad decente si se hace una buena selección de bonos.
Nuestra cartera de deuda por debajo del grado de inversión o high yield De Estados Unidos que gestionamos desde Nueva York, está teniendo una yield de vencimiento superior al 5% y encontrando muchas oportunidades en los ‘fallen angels’ o ángeles caídos qué son estas compañías que han bajado del grado de inversión al universo high yield.
Por último, ante un escenario de inflación sostenida gradual y creciente que pensamos que podemos vivir, opinamos que mantener una posición estructural de complemento de cartera, de crédito y de grado de inversión norteamericano puede tener sentido relativo a otro activo como podría ser el europeo en grado de inversión.
– En cuanto a los bonos verdes, ¿Cuál es su enfoque? ¿Qué perspectivas manejan de cara al segundo semestre del año?
- Muchas veces cuando hablamos de inversión sostenible nos centramos en renta variable y especialmente en temáticas muy visuales, de impacto como sanidad, clima etc. Pero no hay que olvidar que, en España, el inversor medio suele tener un peso mayor en renta fija frente a la renta variable por lo que es un inversor mixto defensivo.
En este segmento, la mejor manera de irse hacia una inversión sostenible y generar impacto sigue siendo, con diferencia, la ligada a los bonos verdes. Nosotros actualmente, entre mandatos y fondos en bonos verdes nos acercamos ya a los 4.000 millones de euros y consideramos que una gestión activa buscando aquellos emisores y emisiones que realmente son verde oscuro añaden valor y ofrecen un impacto real. Esto lo medimos de manera transparente en nuestra reporting de cada mes para cada uno de estos fondos.
En cuanto a perspectivas, llevamos dos años muy buenos para los bonos verdes. Creemos que el universo invertible dejó besar un nicho para la cartera de los inversores ya en 2019 y la primera mitad de 2021 seguimos viendo este buen momento y buena atracción con un número de misiones muy fuerte. Prácticamente hemos visto el doble de emisiones nuevas está a mitad de año frente a lo que vimos en 2020, que fue el mejor año hasta la fecha para este tipo de activos. La mayor parte de emisiones y siguen siendo en gobiernos y empresas europeas, no hay que olvidar que cerca del 70% del universo de bonos verdes a nivel global es en euros y si bien 2019 2020 vimos dos años récord con emisiones totales cercanas a los 200.000 millones de euros por año en bonos verdes, creemos que este año estamos en muy buena situación para superar holgadamente la barrera de los 300.000 millones.
En definitiva, el inversor medio en bonos verdes este año puede estar sufriendo un poco más por motivos de duración ya que antes comentamos que suele ser mayor por el tipo de proyectos y de bonos que tenemos en cartera los fondos de bonos verdes que los fondos de renta fija tradicional, pero, en la gestora contamos con una versión corporativa en bonos verdes que tiene menor duración que una cartera agregada de corta duración, en concreto, de dos años cómo es el NN Green Bond short duration y estos fondos están aguantando mucho mejor que el fondo medio de bonos verdes en el año y pensamos que, tiene mucho sentido para el inversor que está mirando mucho que hacen los tipos de interés para sacar rentas cortas.
Aquí tenemos estas dos opciones en las cuales, tanto renta fija corporativa de bonos verdes como bonos verdes agregados de gobiernos o empresas con una duración corta de dos años, estamos viendo entradas. Por lo tanto, estamos muy positivos en todos estos bonos y que cada vez más vemos que van haciéndose un hueco más natural en carteras tradicionales de la renta fija.