¿Qué previsiones tienen en NN Investment Partners de cara a 2021?
La pandemia del coronavirus ha sido, sin duda, un factor determinante para todos a nivel social y para los mercados. El recorrido que llevamos a nivel global en cuestión de vacunas, sumado a que ahora parece que hay nuevas cepas, estas noticias generan incertidumbre. Estos son los factores que van a modelar y cincelar las perspectivas de mercado entrando en 2021.
El ratio de infección sigue siendo alto. En NN Investment Partners creemos que va a ser importante en 2021, especialmente en la primera mitad del año, lo cual va a poner presión en ciertos sectores de la economía ya deprimidos, como el sector servicios, que genera incertidumbre a nivel corporativo y en los hogares.
Nosotros pensamos que las políticas serán cruciales para limitar daños permanentes a nivel empleo, consumo e inversión. En definitiva, serán importantes para evitar males duraderos a nivel económico y social.
Nosotros vemos unos dos primeros trimestres donde las diferentes vacunas estarán listas para el uso masivo, que debería llevar a una normalización de la vida económica y los resultados de test para esas vacunas son esperanzadoras. Aunque todo ha ido muy rápido y hay ciertos intangibles como las nuevas cepas o factores, incluso, logísticos.
Por ello, esperamos un 2021 en dos fases. Una primera mitad del año donde algunos sectores seguirán parcialmente parados por las restricciones de movilidad: sector servicio y viajes. Por otro lado, es muy importante la experiencia de este verano en España y otros países, es decir, la rápida relajación de las restricciones ha generado una segunda ola de infecciones en pocos meses. Nosotros creemos que el año que viene las autoridades van a ser más cautelosas.
Aunque la economía sea más dura durante la primera mitad de 2021, deberíamos poder ver una mejoría entrando en la segunda mitad del año. Nosotros, en 2021, somos positivos en general sobre la renta variable, especialmente en Europa, que debería beneficiarse a medio plazo de esta recuperación de los ingresos.
Con mentalidad a largo plazo, creemos que las grandes tecnológicas seguirán beneficiadas por los factores de rentabilidad, sólidos balances y cambios estructurales que la sociedad está experimentando, funcionando como catalizadores de covid 19. Economía más verde, tecnología 5G, compras online, etc.
En la parte de renta fija, creemos que las tendencias de sostenibilidad van a seguir ganando presencia en las carteras y vemos oportunidades en áreas como periféricos en la eurozona o, sobre todo deuda calidad/grado de inversión o investment grade en Europa, o incluso en EE.UU. De nuevo las perspectivas para 2021 son positivas pero van a depender de cómo vayan implementándose las vacunas y de unos continuos estímulos fiscales.
Tienen algunas ideas interesantes como los bonos verdes... ¿Qué podemos esperar de ellos?
2020 ha sido un año memorable para el mercado de los bonos verdes. Nuestro fondo buque insignia, el NN Green Bond, que lleva algo más de un 4,5 % de rentabilidad en el año, a mediados de diciembre. Son muy buenos resultados si tenemos en cuenta que el fondo de renta fija tradicional, en una categoría MorningStar, no llega al 3% de rentabilidad.
Los bonos verdes han funcionado muy bien este año. Después de un 2019 récord, hemos tenido otro año que va camino de ser también récord. Y tras un segundo trimestre donde el pico de la pandemia golpeó con fuerza toda la renta fija, bonos tradicionales y bonos verdes, el mercado se recuperó con fuerza teniendo un tercer trimestre histórico en cuanto a emisiones.
Vemos un Banco Central Europeo cada vez más convencido sobre la pertinencia de este tipo de emisiones, con planes de favorecerla en 2021 y en adelante. Hay compromisos de nuevas emisiones a nivel gubernamental por parte de nuevos jugadores como Italia, Dinamarca, Austria o España…esto va a ser positivo. Además, tenemos una demanda muy fuerte.
Por todo ello, en NN Investment Partners somos unos convencidos de que los bonos verdes en euros, a nivel global, en todas las regiones puede jugar un papel estructural en las carteras, diversificando posiciones más tradicionales en la renta fija con un rol de complemento. Han funcionado bien y creemos que seguirán haciéndolo. Ya no son un nicho, es decir, por tamaño representan más que otras posiciones más tradicionales en las carteras de los inversores, como por ejemplo la deuda high yield europea.
En renta fija también apuestan por crédito estadounidense, ¿por qué?
Uno de los motivos es la consistencia histórica del tipo de activo. Ha arrojado rentabilidades anuales positivas en 25 de los últimos 30 años. Esto no garantiza que el año 2021 vaya a tener rentabilidades positivas, pero demuestra una consistencia importante.
Entre los únicos 5 años negativos que ha tenido en las últimas tres décadas el tipo de activo, la mayor caída no fue superior al 5% y estamos hablando de 2008, en mitad de la crisis financiera global. Este año ha vuelto a funcionar muy bien.
Por otro lado, hay otros factores. La mayor parte de las rebajas de rating que hemos visto este año han quedado atrás, las condiciones de los balances de los emisores de crédito grado calidad/grado de inversión de EE. UU. está mejorando; seguimos pensando que, aunque todo está más estable, es un mercado de ganadores y perdedores, lo cual genera para la gestión activa selección de bonos y oportunidades en un contexto de recuperación económica que vemos será desigual.
En cuanto a factores técnicos, suponen un viento de cola para el tipo de activo. Unos diferenciales de yield de renta variable atractivos. También los costes de cobertura están en mínimos históricos, lo cual favorece al tipo de activo y vemos, a nivel local, en EE. UU. y en el extranjero una fuerte demanda. Las valoraciones son menos atractivas ahora que a principios de 2020, en el pico de la crisis, pero siguen siendo atractivas. Vemos oportunidades en financieras, comunicaciones, tecnología, transporte y utilities. En conjunto, creemos que una posición estructural en las carteras de renta fija en crédito grado de inversión norteamericano en un entorno de volatilidad a medio plazo puede aportar bastante. Nosotros tenemos un equipo local en EE. UU. que lleva más de 12 años en este contexto.
Y en renta variable, ¿qué segmentos sobreponderan?
Más que segmentos, desde un punto de vista tradicional, invertimos en cadenas de valor. Gestionamos fondos temáticos de renta variable de impacto. Aquí creemos que en 2020 han funcionado muy bien y, de cara a 2021, son tendencias en las que hay que entrar.
Por un lado, hablamos del fondo NN Climate & Environment, es decir, invertir en temáticas ligadas al clima, como la gestión del agua, la alimentación y fondos que, además, invierten en compañías muy ligadas a los ODS de la Onu, transición energética o economía circular.
La parte ligada al clima creemos que es muy interesante a medio y largo plazo.
Otro segmento donde creemos que hay que poner el foco es el ligado a la productividad y conectividad. Llevamos más de 20 años gestionando carteras sostenibles y nos damos cuenta que en el fondo Smart Conectivity hay cuatro temáticas claves para el futuro: productividad, innovación tecnológica, infraestructuras resilientes, transporte eficiente, edificios sostenibles, en definitiva, inversiones que limiten las emisiones de CO2.
Otra temática donde invierte este fondo de conectividad es en mejor conocimiento, en títulos que contribuyen a democratizar y homogeneizar el acceso a la información y educación para generar más puestos de trabajo. O en sociedades seguras, compañías que contribuyen a la hora de hacer del mundo un lugar más seguro y aportar transparencia en toda la cadena de valor. Títulos ligados a la prevención de fraude, ciberseguridad, certificaciones…
Creemos que en renta variable hay que fijarse en temáticas ligadas al clima o a la productividad. Pensamos que este año hay estado muy en el foco pero la tendencia será estructural y será interesante en 2021 y a largo plazo.