A pesar del anuncio de nuevos aranceles, la conmoción de DeepSeek y los riesgos de inflación, los mercados han demostrado que febrero es el mes del amor y el sentimiento positivo, sobre todo en Europa, ha vuelto a imperar. A nivel macro, en EEUU el crecimiento ha sido sólido, impulsado por el consumo personal, mientras que Europa muestra un menor momentum. Unido a ello, los bancos centrales han empezado a actuar de forma desincronizada: la Fed ha entrado temporalmente en pausa, el BCE está decidido a seguir una trayectoria claramente orientada a la neutralidad y se espera que el BoJ suba los tipos en 2025.

En general, aunque las condiciones macro, de crédito y de liquidez siguen siendo razonablemente favorables, los inversores no se olvidan de las incertidumbres respecto a la inflación y buscan formas de sortearlas. Todo esto se traduce en un contexto que sigue siendo favorable para los activos de riesgo, pero las áreas de complacencia responder a preguntas cómo: ¿En qué punto del ciclo económico nos encontramos? ¿Dónde estarán las mejores oportunidades de inversión en 2025? Estas preguntas (y algunas otras del mismo estilo) son las que se hacen en estos momentos la gran mayoría de los inversores, cuyo sentimiento actualmente se encuentra dividido geográficamente. En este sentido, por ejemplo, desde Fisher Investments creen que las acciones europeas y orientadas al valor registrarán mejores resultados que las acciones estadounidenses y orientadas al crecimiento, ya que, en Europa, el sentimiento parece distar más de la realidad.

Y, dentro de Europa, como explican desde DNB Asset Management, un punto de mira debemos tenerlo en las pequeñas empresas nórdicas, que estarán entre las más beneficiadas dado el panorama de crecimiento de estos países, que cuentan con economías bien gestionadas, altos niveles de innovación y una política fiscal y monetaria estable. Además, estas compañías suelen tener mayor capacidad de crecimiento orgánico y expansión que las grandes empresas, lo que puede traducirse en un aumento más rápido del beneficio por acción, y cotizan a valoraciones atractivas (múltiplos bajos).

En el otro lado, ACCI Capital Investments cree que es momento de apostar por la bolsa estadounidense. "Vemos que se ha puesto mucho de la parte positiva en Europa y en Estados Unidos, donde las bolsas estaban en máximos históricos, sí que hemos visto que están en un periodo de consolidación. Esa consolidación viene con más volatilidad realmente por las políticas arancelarias de Trump que han impulsado a la baja los mercados. De aquí en adelante sí que vemos que Estados Unidos lo puede seguir haciendo bien, basado en un crecimiento de beneficio positivo y en unos fundamentales que todavía permanecen sólidos. Europa con una subida muy fuerte de mercado sí que creemos que necesita algo de consolidación, pero también lo puede hacer bien ya que las valoraciones siguen siendo bastante atractivas". 

Pero más allá de EEUU y Europa, los emergentes vuelven a la palestra. Respecto a este mercado, Aberdeen Investments cree que habrá un momento en el que los inversores comiencen a cuestionar las valoraciones de Estados Unidos y dirijan su atención hacia compañías en India, China o Corea que cotizan con un descuento significativo. A pesar de que llevan un crecimiento en beneficios muy parecido a sus homólogos en EEUU, muchas de estas empresas han visto caer un 30% de su valor en bolsa mientras que el mercado estadounidense ha subido un 70%. En esencia, estamos pagando el doble por compañías en Estados Unidos en comparación con otras con fundamentales sólidos, ventas sostenidas  y menor apalancamiento en mercados alternativos. En este contexto, adoptar una visión contrarian podría ser una estrategia prudente para explorar oportunidades fuera del mercado estadounidense.

Y si hablamos de emergentes, en China, que podría estar más protegida de lo que piensan los inversores, está una de las mejores oportunidades, según Fidelity. Y es que el modelo de IA de bajo coste de DeepSeek ha provocado un terremoto en el sector y ha puesto de relieve las capacidades de innovación de China. La empresa ha conseguido una innovación espectacular en arquitectura de software que le permite ofrecer unas prestaciones a la altura de los modelos actuales de OpenAI, el líder del sector, pero a un coste mucho menor. Ese cambio en todo el sector va a beneficiar a las empresas chinas de IA. También ha concitado el interés de los inversores en el conjunto de los mercados chinos. Aunque los obstáculos económicos persisten, el consumo y la innovación tecnológica no dejarán de generar oportunidades. 

Y es que, en un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la inversión en inteligencia artificial y tecnología disruptiva está dejando de ser una opción para convertirse en una necesidad, tal y como apuesta BNP Paribas AM, y el impacto de estas innovaciones no se limita a las "Siete Magníficas", sino que abarca una amplia variedad de sectores en plena transformación. Si bien empresas como Apple, Microsoft y NVIDIA han liderado el mercado, la IA y la tecnología disruptiva tienen efectos transversales en toda la economía, desde la robótica hasta la comunicación digital, pasando por la salud, las finanzas y el comercio electrónico, la revolución tecnológica está redefiniendo modelos de negocio y generando nuevas oportunidades de inversión. 

Otros dos sectores que pueden dispararse este año son los cíclicos defensa e infraestructuras y construcción, como prevén desde Sabadell. Sin embargo, el verdadero ganador sectorial estará en la la diversificación. Así, desde Singular Bank señalan que hay que buscar una combinación entre sectores que tengan un crecimiento estructural, mucha visibilidad en el crecimiento de beneficios para ganar en un año volátil, que puedan estar relativamente aislados de todas las tensiones geopolíticas o de la imposición de aranceles y con valoraciones razonables. 

Dejando a un lado la inversión en renta variable, no hay que olvidar que los mercados de renta fija siguen repuntando y que las inversores alternativas siguen estando ahí como una gran oportunidad. En este punto, el private equity genera valor a largo plazo, por lo que no hay que preocuparse demasiado por los ciclos económicos. Además, es un activo con alto nivel de diversificación, amplia exposición y muy resiliente, ya que la creación de valor real proviene del trabajo de los gestores de inversión, quienes impulsan el crecimiento de las empresas en cartera. Con ello, en el private equity la clave está en invertir en fondos altamente consolidados, gestionados por administradores de renombre y respaldados por activos de alta calidad, ya que es más importante pagar el precio adecuado por los activos correctos que adquirir activos con un gran descuento pero de baja calidad, que nunca permitirán recuperar la inversión.

Estrategias todas ellas que acercamos a todos los ahorradores o inversores que quieran obtener rentas periódicas (muchos de ellos para complementar el salario o la jubilación). Y es que la inflación hace mucha mella en los ahorros, por lo que aquí, el interés compuesto a la hora de invertir puede ser un gran aliado para los que tengan un horizonte en el largo plazo, con miras de generar rentas periódicas.

El dinero en el banco no renta e invertir puede ser la solución. Y es que, está demostrado que si no has invertido, tu poder adquisitivo disminuye en 20 años en torno a un 50%. En este punto, si quieres ampliar conocimiento de inversión y estrategias para ganar en los mercados no te pierdas nuestros cursos y webinarios gratuitos para invertir