Intel está viviendo un año en línea con los avances que presenta el Nasdaq, que recordemos, son los mejores entre los principales indicadores del mercado. La compañía parece que deja atrás ese gran camino por el purgatorio para algunos, por el infierno para otros, de pérdidas importantes en los últimos dos años que se acercan al 50% de su valor, y de la casi atonía vivida en el lustro pasado.
Una suerte de caídas moderadas continuadas con una lateralidad presente, mientras buena parte de las tecnológicas vivían momentos de auténtico ensueño con la pandemia. Ahora la empresa quiere ponerse claramente al día, porque, aunque, venida a menos sigue siendo una empresa que capitalizar una vez y media a Inditex, por ejemplo.
Sin embargo, sus resultados tanto del último trimestre del pasado ejercicio, como de todo el 2022 decepcionaron tanto al mercado, que el valor llegó a caer más de un 7% intradía tras publicarse. Para que se hagan una idea incluso alguno de los analistas que siguen a la empresa destacaron que no había palabras para describir el colapso vivido por Intel en sus cuentas.
Con caídas trimestrales de 644 millones de dólares y un recorte en sus ingresos de nada menos que del 32%, sorprendieron al mercado. Y lo que es peor, es que los expertos del mercado no creen que sus problemas se vayan a resolver a corto plazo. En especial por sus guías que implementan una caída neta de su beneficio por acción en 0,15 dólares para el trimestre en curso.
Desde Rosenblatt por ejemplo señalaron que no había frase para describir el colapso vivido en estos resultados por la compañía, con la caída de las ventas de PC, el escenario macroeconómico, el efecto de China y el recorte del 20% intertrimestral en las ventas.
Pero a pesar de todo, como ahora después veremos, el valor ha conseguido sobreponerse a esta debacle en el mercado porque como vemos en su gráfica de cotización el valor avanza un 5,13% en la semana, sin apenas movimientos en el último mes, y una ganancia del 3,43% en el trimestre. En el año avanza un 11,18% pero mantiene una fuerte caída interanual del 39%.
Y es que, suponemos que con idea de apoyar al valor en sus horas bajas se ha producido un movimiento importante en la compra de sus títulos que ha impulsado de nuevo al valor. Incluso hay quienes hablan de información privilegiada, aunque las cifras de Intel no vislumbran esa posibilidad. De hecho, el CEO de la firma ha adquirido 9.000 acciones, en los mínimos de año, unos 27,83 dólares por acción y su responsable financiero, David Zinsner, 9.050 con un gasto algo superior, pero a mejor precio, 27,78 dólares por título de Intel. Y todo ello se produce en un momento de fuerte recorte de gastos para la compañía, para mejorar su próxima cuenta de resultados. Ya que su CEO Pat Gelsinger ha recortado su salario en un 25% y los trabajadores de nivel medio, lo han visto reducido en un 5%. A esto se suma la rebaja de sueldo el 15% para el resto de los directivos y del 10% para los gerentes senior de Intel.
Pero esto es solo la punta del iceberg tal y como está ocurriendo en casi todas, por no decir todas las empresas tecnológicas, que han visto expandir sus presupuestos, especialmente en innovación, en los últimos años. La idea de Intel es reducir costes a lo largo del año en una cuantía de unos 10.000 millones de dólares. Y, sobre todo, ganar en eficiencia dentro de la compañía.
En cuanto a recomendaciones, desde TipRanks la gran mayoría de los analistas que siguen el valor, 28 en concreto recoge su consenso. De ellos, 17 optan por mantener el valor, 3 por compra y 8 más por vencer con un precio objetivo de 27,44 dólares por acción que le deja claramente con potencial negativo del 9,5%.
Rosenblatt ante ese “no hay palabras” mantiene su calificación de vender sus acciones en el mercado y reduce claramente su precio objetivo muy por debajo del que presenta en su cotización actual, los 17 dólares por acción. Mientras desde Credit Suisse recomiendan neutral sobre el valor con PO de 25 dólares frente a los 28 anteriores, básicamente porque considera que probablemente en esta primera mitad del año gastará una cantidad significativa de efectivo y por desgracia, aducen, abre la posibilidad de un recorte en los dividendos.
Ya desde Bernstein también recortan su PO hasta los 20 euros desde los 23 anteriores y son muy explícitos al definirlo “es el peor informe de ganancias que hemos visto desde que cubrimos a esta empresa”, lo que se une a que la perspectiva que presenta Intel para este primer trimestre del año es muy negativa. Desde BofA bajan su PO a los 25 desde los 28 con consejo de infraponderar y UBS indica que le gusta la dirección estratégica que está llevando ahora la compañía en esa separación de productos y ven en 29 dólares sus acciones con calificación de neutral.