Intel está viviendo ahora mismo horas bajas en el mercado. No solo, como ahora veremos, porque su discurrir en el mercado está siendo claramente bajistas, sino también porque acaba de cerrar un mes para olvidar e implementar una de esas cosas que nada gustan a los accionistas, estén del lado del Atlántico en el que estén: el recorte de dividendos.
Y es que acaba de anunciar una reducción de la remuneración al accionista para el próximo trimestre hasta los 12,5 centavos de dólar en los que se queda, de los 36,5 anteriores. Un recorte en concreto del 65% nada menos, para poder continuar con la política de recorte de costes, que en el caso de Intel no está siguiendo los cánones de fuertes despidos masivos que están viviendo las grandes tecnológicas de Estados Unidos.
En concreto este recorte es el primero en el dividendo que implementa Intel desde 2000 y considera la empresa que tiene la intención de retomarlo…aunque solo ha indicado que lo hará con el tiempo, sin fecha fija de vuelta. Pero es sin duda para tener en cuenta entre los accionistas porque su rentabilidad por dividendo baja del 5,6% anterior, al 1,9% actual para el dividendo que se hará efectivo para sus accionistas el próximo 1 de junio.
Es una de las medidas para reducir costes que se podrían sumar al recorte de salario que ha circulado por el mercado en todo el mes de febrero, que podría suponer hasta un cuarto del total de las remuneraciones, un 25%. De momento, para dar ejemplo, la directiva y su CEO Pat Gelsinger se lo han recortado un 15%.
Esta es una de las razones que coloca a Intel como uno de los peores valores en recorrido durante un mes de febrero en el que Nasdaq 100 apenas ha cerrado con un recorte en su andadura de medio punto porcentual, mientras que Intel, presenta el quinto peor desempeño con recortes de casi el 15%. Además, en un entorno de números claramente negativos: en la semana cede un 2,12%, en el trimestre un 17,1% y, en lo que va de año, mantiene el tono negativo con recortes del 5,7% para el valor. Y en interanual, la caída es del 49%.
Por cierto, que acaba de presentar en el Congreso Mundial de Móviles en Barcelona sus procesadores escalables Intel Xeon de cuarta generación con Intel vRAN Boost que eleva al doble de ganancia de capacidad dentro de la misma envolvente de enero, y que supone hasta un 20% de ahorro de energía adicional con la aceleración integrada. Un evento en el que también Intel ha anunciado su software de referencia de infraestructura Power Manager para el núcleo 5G y que proporciona una media de ahorro energético en la CPU del orden del 30% en el tiempo de ejecución.
En cuanto a recomendaciones, destacamos que, desde Morgan Stanley su analista Joseph Moore destaca que, tras el recorte del dividendo, evitando tener que pagar a los accionistas más de 6.000 millones de dólares en 2023, ve un riesgo a la baja limitado para Intel. Eleva de infraponderar a mantener su recomendación sobre el valor, aunque recorta su precio objetivo desde los 29,5 euros por acción a los 28 actuales.
Considera que es una venta a la que, a medio plazo, el valor podría sacarle partido, porque la decisión elimina de su ecuación de costes un claro catalizador negativo, a pesar de que los inversores en inicio, no lo entienden así. Y considera que, en contra de esa caída de la rentabilidad por dividendo de la acción, la dirección de la compañía se muestra en el camino para establecer un enfoque más disciplinado respecto de la gestión y la asignación de capital.
Desde Tipranks, el consenso destaca que mantener es la media de recomendación porque 18 de los 28 analistas que recoge, optan por esa opción para Intel, 3 por comprar y 7 más por vender sus acciones en el mercado. En cuanto al precio objetivo del valor, 27,20 dólares por acción, con un potencial que supera el 9%.
Para terminar, otra de sus últimas recomendaciones proviene de Needham que coloca el precio objetivo del valor en los 32 dólares mientras mantiene su recomendación de compra sobre las acciones de Intel en el Nasdaq.