Intel publicará mañana sus resultados del cuarto trimestre para los que Wall Street espera ingresos de 18.300 millones de dólares, se espera una ganancia por acción de 0,91 dólares, muy por debajo de los 1,71 dólares registrados en el trimestre anterior o de los 1,52 dólares que publicó en el mismo trimestre del pasado ejercicio.
Factores como que caerán sus márgenes, con un retroceso que se debe al ambicioso plan de desarrollo puesto en marcha y del que ahora hablaremos, que se une a la pérdida de participación en el mercado de AMD, como algunos de sus hándicaps que se verán en sus resultados.
Y es que acaba de anunciar que invertirá nada menos que 20.000 millones de dólares en la puesta en marcha en Columbus, Ohio de una nueva planta de fabricación de procesadores, en la que trabajarán 3.000 empleados. A ello se sumará los más de 7.000 que participarán en su construcción. La idea además no es quedarse aquí sino construir más plantas de fabricación en esta región, para lo que ha adquirido 1.000 hectáreas de terreno.
Todo ello cierra oficialmente la polémica de sus anunciados planes de producción de chips en China, con los que planeaba aumentar su producción. La Casa Blanca le cerraba sus planes al entender que podían entrar en conflicto con un problema de seguridad nacional, tras el conflicto sobre patentes entre los dos países. Ya lo había anunciado para Europa y ahora, con el anuncio en Ohio, parece que ha llegado a un acuerdo con la Administración Biden para tratar de paliar la escasez en el mercado construyendo “en casa”.
Todo claro, en parte bajo la financiación federal, con la nueva ley CHIPS que todavía no se ha aprobado pero que potenciará esa fabricación en Estados Unidos de componentes que antes, a menor coste, se llevaban a China.
Además, la fabricación de semiconductores no se asemeja a una planta industrial normal, sino que va más en consonancia a una pequeña ciudad, con lo que el crecimiento que se espera en la zona es importante. La fábrica se espera entre en funcionamiento en 2025, mientras que la construcción comenzará a finales del presente ejercicio.
En su gráfica de cotización vemos que el valor cede un importante 7,8% en las últimas cinco sesiones cotizadas, mientras que en el mes recorta algo por encima del 1%. En tres meses los avances rozan el 4% y en lo que va de año, sin apenas movimientos, se mantiene en equilibrio con el mercado.
Otra de las noticias mita a el hardware para la minería de las criptomonedas con su Bonanza Mine, un dispositivo desarrollado básicamente para este fin con un hardware muy específico, de elevada eficiencia energética y muy bajo voltaje. Y ya ha anunciado que uno de sus primeros clientes será una startup estadounidense denominada GRIID que se dedica al minado de Bitcóin. Una idea de expansión y para tratar de compensar el paso de las GPU de los gamers en el mundo de los videojuegos que ha descompensado el mercado.
En cuanto a recomendaciones destacar que Barclays ha elevado hasta 50 dólares desde los 45 el precio objetivo de sus acciones, que sin embargo queda ya por debajo de su cotización y está en línea con la infraponderación que mantiene para sus títulos. Su analista Blayne Curtis considera las perspectivas positivas del valor que bridan, dice, cierto alivio para todo el sector de los semiconductores, pero pone en duda cuánto potencial le queda a Intel ya que el ciclo todavía pesa sobre la compañía.
Desde Tip Ranks, el consenso medio apuesta por mantener el valor en cartera y de los 12 analistas que siguen el valor se muestran altamente repartidos: 4 optan por comprar, 4 por mantener y 4 más que vender Intel en el mercado. Su precio objetivo medio, 57,09 euros por acción, con alzas del 11,22%.