En el gráfico inferior mostramos el Índice de sorpresas de inflación para la eurozona elaborado por Citigroup. Se aprecia un proceso de reversión a la baja desde los niveles más altos registrados por este indicador. Lecturas altas significan que los economistas podrían estar sobrestimando el ciclo de inflación en Europa, y que las sorpresas negativas son más fáciles que aparezcan:
Nótese arriba que los movimientos al alza poco ordenados y exponenciales en las expectativas de inflación han venido siendo corregidos proporcionalmente al cabo de pocos meses, como ya ha empezado a suceder.
La evolución del indicador de sorpresas no es baladí para la inflación, ya que en cierto modo recoge las expectativas sobre la misma, por lo que en la mayor parte de las veces tenderá a adelantarse en sus deterioros y recuperaciones respecto a ella. En este sentido, mostramos debajo la correlación entre el índice de sorpresas de inflación para la eurozona y la inflación de la eurozona (teniendo en cuenta energía y alimentos, ya que a ella suele referirse el BCE cuando habla de sus objetivos):
Bajadas en el indicador de sorpresas de inflación traen caídas en inflación, pero no sólo eso, véase que el indicador de sorpresas hace suelo antes que la propia inflación, que continua unos meses más su caída tras el comienzo de la recuperación en el indicador de sorpresas. Caídas en el indicador van de la mano de peores expectativas de inflación, pero ¿Qué puede justificar que el indicador de sorpresas continúe su declive en el medio plazo?
En primer lugar vamos a ver los objetivos de inflación de los bancos centrales:
La FED tiene un objetivo de inflación en torno al 2% (en su componente subyacente, es decir, sin tener en cuenta el petróleo y los alimentos).
El indicador favorito de la FED para medir la inflación es el PCE (Personal Consumption Expenditures):
Arriba se aprecia las dificultades de la FED para alcanzar los objetivos del 2% de inflación. Desde el inicio de la crisis en el año 2008 tan sólo alcanzó la meta del 2% fugazmente durante el año 2011 (hace seis años).
A continuación se adjunta el texto completo del estudio sobre Inflación y Bolsas de Renta 4.