En medio de esta vorágine que vivimos tras la pandemia del Covid y con la crisis provocada por la guerra rusa, la inflación en la zona euro sigue subiendo y parece no tener techo, lo que incrementa el temor a nuevas subidas de tipos de interés.
En el caso de Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) planea una nueva subida de tipos de aquí a final de año, aunque según han dejado caer, esta será de menor calibre. Finalmente, conoceremos la decisión de si subirán los tipos, los próximos días 13 y 14 de diciembre, fecha en la que tendrá lugar la última reunión del año del Comité estadounidense.
Si hablamos de Europa, las Actas de la última reunión del Banco Central Europeo celebrada el pasado 26 y 27 de octubre, muestran consenso entre sus miembros para seguir con las subidas de tipos, aunque igual que en el caso estadounidense, se prevé que estas subidas sean más moderadas y sigan el ritmo a la evolución de los datos.
Asimismo, la mayoría de miembros del Consejo de Gobierno del BCE apoyaron la subida de los tipos de interés de tres cuartos de punto porcentual, pese a la previsión que hay de una posible recesión técnica de la economía. Además de que “unos pocos miembros expresaron una preferencia por incrementar los tipos de interés del BCE en 50 puntos básicos”, según las actas. Por su parte, el BCE incrementó los tipos de interés en 75 puntos básicos, hasta el 2%, en la reunión celebrada el pasado mes de octubre.
"Cuanto mayor sea el nivel de la tasa de interés, menor será la brecha restante con respecto a la tasa objetivo. Lo que importa es el nivel al que vamos a llegar", explica Philip Lane, economista jefe del BCE, en relación al objetivo del 2% marcado por Europa. Por tanto, asegura que los tipos subirán de nuevo en diciembre aunque posiblemente en menor medida que lo que lo ha hecho este último mes.
Si bien es cierto, el BCE también advirtió de que podrían paralizar estas subidas en caso de entrar en una recesión “prolongada y profunda”, que frenase la inflación.
Cabe destacar que durante el mes de octubre, la inflación volvió a marcar un nuevo máximo histórico en 10,6% en la eurozona, cinco décimas más que en el mes de septiembre, como consecuencia de la escalada de precios de la energía y los alimentos.