Las dos son gallesgas: Inditex y Adolfo Domínguez, pero cualquier parecido entre ellas –más allá de su procedencia y de que se dedican a vender ropa-, es pura ficción. La empresa de Amancio Ortega se ha convertido en el paradigma del éxito en los negocios. No hay analistas o gestor que no sueñe con encontrar a la próxima Inditex de las bolsas y varias escuelas de negocios estudian una fórmula de éxito que ha dejado boquiabierta a la propia industria. La compañía se ha coronado como el líder en una moda de coste asequible, ágil en la adaptación de los gustos de sus clientes estén donde estén, que no respeta las temporadas, sino que añade prendas prácticamente cada semana y con un estilo que cautiva.
Adolfo Domínguez lleva en crisis casi cinco años, en un entorno de caídas de ventas que no solo se ajustan al desplome de la demanda en nuestro país, sino que podría responder al efecto “Zara”. La empresa naufraga en bolsa y en ventas o, al menos, lo ha hecho hasta este año, cuando parece haber dado con la fórmula.
Mientras que cadenas como Blanco, Caramelo o Hakei han tenido que echar el cierre la llegada de la hija mayor del diseñador y fundador de la emprea, Adriana Domínguez a la firma como consejera delegada, ha insuflado energía a la compañía. Eso sí, tras cuatro años en las que ha cerrado casi 160 tiendas, ha puesto en marcha un ERE y ha roto su alianza con Puig en el segmento de los perfumes.
Precisamente esta semana se ha conocido que la empresa ha nombrado a Antonio Puente como nuevo director de operaciones de la compañía, un paso más en este proceso que capitanea la nueva consejera delegada. De hecho, en lo que va de año, las acciones de Adolfo Domínguez suben algo más de un 50%, frente a las caídas de más de un 2% de las que se aqueja Inditex.
No es que la compañía que preside Amancio Ortega esté zozobrando en su modelo. Sin embargo en el último año se ha enfrentado a varios obstáculos en bolsa. Por un lado, el nivel de valoración de sus acciones. En estos momentos, cotiza a un PER de unas 30 veces beneficios, muy por encima de la media del Ibex 35.
A estos niveles, como no podía ser de otra manera, una decepción como la sufrida hace un par de semanas en bolsa cuando sus beneficios no lograron batir las expectativas de los analistas, al subir tan solo un 9%. Entre otras cosas, la empresa está afectada por el efecto divisa, ya que reporta sus cuentas en euros y recibe las ventas en una cesta casi infinita de monedas.
A estos precios a los que cotiza, los analistas exigen mucho más a Inditex en bolsa.
Con todo, el consenso de analistas de Reuters mantiene su recomendación de compra de Inditex, con un precio objetivo de 36,32 euros por acción, lo que le da a la compañía textil un potencial de subida del 12,4%.
En concreto de las 36 firmas que siguen a Inditex, 21 aconsejan comprar; 12, mantener, y solo dos, vender.
Ninguna firma de análisis, por el contrario, sigue a Adolfo Domínguez en bolsa. Quizá no sea de extrañar, ya que en diez años, la firma del diseñador gallego cayó más de un 80%, frente al 210% que subió su rival en bolsa.
Los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión sitúan a Adolfo Dominguez en ciclo alcista, al recibir 8,5 puntos de los 10 posibles
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Por el contrario, Inditex está en clara fase bajista, con solo dos puntos en positivo.
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