2023, un año que venía raro en bolsa, ha sido a nivel general un buen ejercicio para la gran mayoría de los inversores, independientemente de que hayan optado por la renta variable de España, Europa o EEUU.
En nuestro país, el IBEX 35 ha terminado el año con una revalorización de más del 21%, el mejor resultado anual desde 2009, cuando el selectivo español se anotó un alza del 29,84%. Las ganancias del año pasado de la bolsa española superan a la mayor parte de sus homólogos europeos, a excepción del FTSE MIB de Italia, que subió cerca de un 26%. Por su parte, el alemán DAX 40 cerró 2023 con una revalorización anual del 18,73%, mientras que su vecino francés, el CAC 40, creció un 14,54%, el británico FTSE 100 sumó un 2,91% y el EURO STOXX 50 subió un 17,27%.
Si miramos a las bolsas estadounidenses, el Ibex 35 sólo superó al DOW JONES, que se revalorizó un 13,5% en los últimos doce meses, mientras que el NASDAQ repuntó más de un 54% y el S&P 500 un 24,5%.
Ganancias importantes en las principales bolsas mundiales, a pesar de movernos en un contexto global de gran complejidad, caracterizado por el endurecimiento acelerado de la política monetaria por parte de los bancos centrales, los graves conflictos enquistados o nuevos como las guerras en Ucrania o en la franja de Gaza, y por las crisis bancarias (contenidas) en EEUU o Suiza.
¿Qué índice bursátil es el más volátil?
Y es que, la moderación de la inflación, el sólido gasto de los consumidores y la fortaleza del mercado laboral atenuaron el temor de los inversores, lo que provocó unafuerte caída de la volatilidad en los principales mercados bursátiles europeos, con picos extremos puntuales.
De acuerdo con el VIBEX® de BME (indicador que permite seguir la volatilidad del mercado español utilizando las opciones sobre el índice IBEX más líquidas, y nos da la medida de como los inversores perciben el riesgo), la volatilidad implícita media ha sido de 14,9%, más de 7 puntos porcentuales por debajo de los niveles alcanzados el año anterior, cuando fue del 21,3%.
Esta reducción de la volatilidad (en niveles no vistos en el mercado español desde 2019) se ha traducido en estabilidad en la renta variable española a la hora de invertir, pero también en caídas generalizadas de la negociación de los contratos de Futuros.
En el resto de los principales mercados bursátiles europeos los bajos niveles de volatilidad también han sido una constante, lo cual se ha reflejado en caídas generalizadas de la negociación de los contratos de Futuros sobre los principales índices.
Así, el índice de volatilidad del Stoxx 50, VSTOXX, despidió 2023 con una volatilidad del 14,1%, tras haber tenido un pico más que importante la segunda semana de marzo, cuando se disparó al 32%.
Por su parte, si miramos a la volatilidad del mercado de acciones estadounidenses, el índice de volatilidad Cboe (VIX), cerró 2023 por debajo de los 13 puntos (en los 12,45) tras haber terminado el año anterior en 21,7 (lo que se traduce en una diferencia de más de 9 puntos porcentuales). Precisamente, en diciembre del año pasado, el VIX cayó a mínimos de cuatro años, después de que la Reserva Federal señalara recortes de las tasas de interés en 2024.
Sin embargo, también tuvo algunos picos dignos de mención. Durante la crisis bancaria regional de EEUU en marzo, el VIX saltó con fuerza en medio de un mayor pánico de los inversores sobre la rentabilidad bancaria. Más tarde, en mayo, la volatilidad volvió a dispararse después de que la Fed elevara las tasas por décima vez cuando comenzó a especular sobre escenarios de tasas "más altas durante más tiempo".
Después de este punto, la volatilidad cayó significativamente. No fue hasta el creciente conflicto en Oriente Medio en octubre que la volatilidad se disparó, pero tras los sólidos datos económicos de diciembre, el VIX alcanzó 12,1 , su punto más bajo desde finales de 2019.
Dicho esto, si comparamos los tres índices que miden la volatilidad del Ibex 35, Euro Stoxx 50 y S&P 500 podemos concluir que el Ibex 35 fue el índice más estable el año pasado a la hora de invertir.