En el entorno actual “hay que ser exigente”, ha señalado Alex Fusté, economista jefe y director de inversiones del Grupo Andbank, que ha explicado cómo esta exigencia se plasma en niveles y precios. En el caso del IBEX 35, el experto del banco andorrano considera un “nivel razonable para entrar” los 8.097 puntos, mientras que el nivel de salida se situaría en los 8.907 enteros.
No obstante, si hay una mejoría en la economía mundial, ya sea por parte del conflicto en Europa o por el encauzamiento, canalización y anclaje de la inflación, el punto de salida subiría sensiblemente.
Marian Fernández, responsable de macro de Andbank España, explica que el IBEX 35 se ve beneficiado de que la economía española tiene una menor dependencia de Rusia, por lo que ha sufrido menos. También es menor la dependencia de China, mientras que los fondos europeos servirán de soporte para el crecimiento. E la parte negativa, el elevado nivel de endeudamiento.
En cuanto a los sectores por los que apostar en el mercado bursátil español, Fernández apuesta por “seguir con exposición a la banca doméstica”, que tendrá continuidad tras “hacerlo muy bien “en 2022 ya que “habrá continuidad en las subidas de tipos” durante el próximo año.
Con la vista puesta en el largo plazo, estarían las renovables, entre las que ha cita a Solaria como ejemplo. Una tercera fuente para construir carteras estaría en buscar valores más pequeños con potencial, como Prosegur o Miquel y Costas.
Para la renta variable europea en general, “nos parece conveniente mantener una posición de prudencia, dando mayor peso a negocios defensivos con capacidad de repercutir costes”, señala Andbank en su informe.
“Pese a la presión de los costes energéticos y de endeudamiento, las empresas han mostrado notable resiliencia, manteniéndose estables los márgenes. La caída de los precios y el mayor BPA han provocado la contracción de los múltiplos de valoración, lo que ha dejado a los índices europeos con valoraciones más cómodas que las de sus homólogos estadounidenses”. “En 2023 afrontaremos, además de mayores costes (a los de la energía hay que sumar ahora mayores costes de financiación y salariales) que presionarán los márgenes, una corrección económica (que afectará al crecimiento de las ventas)”.