Europa ya no tiene un problema, ahora toca construir y empezar un ciclo que las próximas generaciones podrán disfrutar. Nos queda mucho trabajo por hacer, pero el sistema financiero está saneado y la aberración del mercado inmobiliario ya ha aflorado la mayor parte de sus pérdidas. En USA, el problema es mayor del que era, aunque diferente. Esa es la gran baza de la vía europea. Las políticas de flexibilización cuantitativa, deberían terminar en un crash bursátil en la bolsa americana y en el desplome del USD. ¡Sucederá! pero no podemos saber cuándo.
El saneamiento del sistema interbancario europeo va por buen camino y España sería la gran beneficiada de la recuperación de la actividad crediticia. Las empresas españolas han sufrido mucho para cambiar su modelo de negocio, reestructurar sus recursos propios y reducir la deuda. Hoy en día el IBEX 35 es un índice exportador con multinacionales de nivel y que puede dar muchas alegrías a largo plazo. Desde hace tiempo, ¡estoy convencida de ello!
El pasado mes de julio, el mercado marcó nuevos máximos crecientes en 8.828 puntos y nos manifestó abiertamente que estaba en tendencia. Los desafortunados sucesos de Siria, fueron en parte la excusa para ver una corrección antesala del presente impulso. Los temores de que una corrección en la bolsa americana afecten a la bolsa española pierden sentido y lo vigente prevalece y es que actualmente no hay correlación alguna entre bolsa americana y española.
Pero para que el selectivo español se ratifique en sus argumentos alcistas, necesita que sucedan cosas distintas a las que ya sucedieron, puesto que DIA, Amadeus, Grifols, Ferrovial, Inditex, OHL y las compañías en tendencia que han liderado el mercado desde el pasado marzo de 2.009, no han sido capaces de superar el rango 8.800 puntos.
El momento del mercado debería llegar con aire renovado, lo que nos manifestaría que el mercado internacional confía nuevamente en España, en las compañías que de momento no tenían interés alguno por parte del mismo, como pueden ser los bancos españoles, concretamente Santander, BBVA, Bankinter y Telefónica.
Bankinter ha estallado y está en tendencia. A lo largo de este verano he manifestado en diferentes encuentros digitales, artículos de opinión, notas de prensa y en la sección “el valor del día” de esta casa, mi idea sobre banca española y mi preferencia por Bankinter. Una vez más escuchar la voz del mercado me da la razón y rehúyo de los cantos de sirena de la fuerte e ilusoria volatilidad del Popular y Sabadell.
Ahora veo cosas distintas, el BBVA ya ha roto de forma impecable las resistencias y está en tendencia liderando el IBEX 35.
La subida del BBVA es una clara señal de que el mercado no va “de farol” y la tendencia es seria. Ahora Telefónica sigue su curso y amenaza de forma desafiante la resistencia técnica de los 11,65€ por acción.
Si TEF sigue el camino del IBEX 35 y del BBVA, podríamos asistir a un impulso tendencial del selectivo que a falta de subirse al carro el rezagado Santander, tendría credibilidad suficiente como para comprender que este puede ser el año de nuestro índice de referencia.
Ahora las miradas quedan en el 8.275, nivel que técnicamente marca fin de tendencia y vuelta en rango. Si el mercado se mantiene oscilando por encima de dicho nivel, la tendencia es alcista y el inversor no puede hacer otra cosa que comprar bolsa española, siempre bajo una correcta operativa. Nadie sabe el destino ni la velocidad de dicho movimiento direccional, pero lo que sí sé es que al fin la bolsa parece dar síntomas de recuperación y no olvidemos que la bolsa es el principal indicador adelantado de la economía, al fin buenas noticias.
Como citaba al inicio de mi artículo de la mano de Einstein, si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo, y de ello deberían tomar buena nota los líderes políticos, ya que el tejido empresarial español ha hecho lo que tenía que hacer, ¡renovarse o morir! y ahora señores, es hora de recuperar un crédito que está en vías de solución. Mi pregunta es, ¿Se aplicará al liderazgo político aquello de renovarse o morir? Juzguemos y observemos, pero hoy España tiene que dar un paso al frente y cambiar, desafiando al pasado y apostando por un futuro renovado que sea capaz de poner a este país en el lugar que por su historia le corresponde.