El coste de generación de la electricidad es de 80 euros, frente a los 49 de hace dos años y los 58 de hace tres ejercicios. Un incremento que notaremos, en torno a los 20 euros más en la próxima factura según las asociaciones de consumidores, eso sí, gastando la misma cantidad de energía.
Un problema al que se suma la nueva tarificación de la luz que nos obliga a poner la lavadora o a planchar de madrugada, porque en las horas “normales” se dispara el precio de la energía. Dos hechos que han levantado las críticas generalizadas de la ciudadanía que mira al gobierno.
Y desde Moncloa, se mira a las eléctricas. Nadie quiere tener la culpa de que la ciudadanía pague más. En consecuencia, el ejecutivo de Pedro Sánchez ha hecho sus cálculos y ha realizado dos movimientos para abaratar la factura que chocan directamente con la línea de flotación de las eléctricas, en especial de las dos más grandes y con mayor cuota de mercado: Iberdrola y Endesa.
Se trata del anteproyecto aprobado hace una semana por el Consejo de ministros sobre el exceso de retribución de la energía hidráulica y nuclear que abaratará hasta un 5% la factura. Y eso supone en dinero contante y sonante 1.000 millones sobre las compañías, porque revierte contra la hidráulica y nuclear. Sobre estas últimas las empresas ya han puesto sobre la mesa el posible cierre de éstas, otra futura y posible batalla, que, en todos los casos, el gobierno tendría que autorizar.
Si a esto se suma el futuro fondo para financiar las primas a las renovables, la caída será del 15% para nuestros bolsillos como pregona el gobierno, pero lo cierto es que para que eso ocurra, habría que esperar 5 años.
Ante la reacción de las eléctricas, el gobierno ha ido más allá y ha pedido a la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia que investigue si las utilities han tenido un comportamiento irregular o de mala praxis en el mercado eléctrico ante la subida exponencial de la luz. Si los datos de la primera semana de junio se extrapolan al mes, se produciría el tercer recibo mensual más caro de la historia de España.
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Todo ello ha propiciado caídas para unas eléctricas que estaban luchando por mantener, desde el inicio del año, el equilibrio con el mercado, en un ejercicio, que estaba siendo neutro tirando a negativo para los valores defensivos y regulados. Sin embargo, desde el viernes 28 de mayo, Iberdrola cede en el mercado un 6% hasta el cierre de ayer, mientras que Endesa recorta un 8% acumulado, en este efecto de noticia tras noticia negativa para el sector. En lo que va de año Endesa baja un 2,9% mientras que la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán recorta en bolsa un 7,58%, la tercera que más recorta en el ejercicio tras Solaria y Siemens Gamesa.
El reflejo en su capitalización es muy significativo también. También tomando como referencia el 28 de mayo, antes de que se desatara la tormenta perfecta en el universo utilities vemos que la pérdida conjunta para ambas compañías alcanza los 6.160 millones. En concreto Endesa, cede 2.053 en su capitalización. De igual forma Iberdrola vale ahora mismo 68.450 millones, 4.107 millones menos por el efecto de las medidas anunciadas por el gobierno.
El nuevo efecto colateral, puede ser permanente, a decir de los expertos. Desde Citi consideran que el recorte en la retribución de esos 1000 millones a los que hacíamos referencia supone un ajuste en sus valoraciones, por el deterioro de los beneficios a pesar de la fuerte generación de caja que representan, señala el banco americano.
Incluso Citi va más allá y destaca que podría poner en peligro el dividendo de estas compañías. Para Iberdrola reduce su precio objetivo hasta los 8,3 euros desde los 8,6 anteriores, lo que recorta más de un 20% su progresión desde su precio actual en el mercado. En el caso de Endesa, la caída es mucho mayor: hasta los 21,2 euros por acción desde los 23,6 anteriores, también con un ligero margen negativo desde su cotización actual.
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Mientras, en Goldman Sachs no ha habido cambios en su mirada a ambos valores, pero sí reconocen que las valoraciones actuales ya no recogen el entorno actual de los precios de la energía.
Desde el punto de vista técnico, vemos que Endesa “cede posiciones con violencia a partir de los 23,77 euros por acción, movimiento respaldado por amplia actividad de contratación que vulnera varios soportes, provocando que el precio se establezca a la altura del soporte intermedio proyectado a partir de los 21,76 / 21,57 euros por acción, cuya perforación, habilitaría la actualización de objetivos bajistas rumbo a los 20,19 euros por acción”, como señala José Antonio González, analista técnico de Estrategias de Inversión.
Endesa en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Mientras Iberdrola, como nos indica José Antonio González “cede posiciones con contundencia al más estricto corto plazo, comenzando a desarrollar una estructura de máximos y mínimos decrecientes que pone en jaque el soporte intermedio proyectado a partir de los 10,575 euros por acción y, cuya perforación, abre un escenario de continuidad bajista rumbo a los 10,06 / 9,91 euros por acción”.
Iberdrola en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Por su parte los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión colocan a Endesa con un 10 en bolsa frente al 5,5 que marca Iberdrola. Mientras a la eléctrica que preside José Bogas todos los indicadores, desde la tendencia al momento, pasando por el volumen o la volatilidad le son favorables, en el caso de Iberdrola fallan la tendencia bajista a medio plazo, el volumen decreciente, en sus dos vertientes y la volatilidad creciente a medio plazo para el valor.