Iberdrola se plantea, como el resto de las compañías energéticas que incógnitas se abren con el nuevo periodo electoral estival y, de paso, un posible cambio de gobierno que podría traer consigo novedades en el sector.

Por un lado, en lo relativo a las renovables, ya con los cambios de gobierno regionales y más allá en el caso de las generales del próximo 23 de julio, respecto del impuesto específico a las compañías energéticas y del aumento de los gravámenes que le han supuesto, en el primer trimestre del año, un pago adicional de 216 millones de euros, por sus ventas en España.

Con ello a la vista, los inversores se preguntan si el valor será capaz de superar cotas históricas y atacar los 12 euros por acción. Desde la neoyorkina Jefferies consideran que, de momento, su calificación no lo indica, con un mínimo recorrido que marcan al alza sobre el precio actual del valor. Rebajan hasta mantener desde comprar y su precio objetivo se queda en los 12 euros por acción.

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Su analista Ahmed Farman, destaca que hay riesgos en sus perspectivas porque además la acción ya está altamente valorada, a pesar de que destaca la amplia cartera de productos en energías renovables y su buen desarrollo empresarial.

En el caso de UBS, recomiendan comprar sus acciones. Su analista Gonzalo Sánchez-Bordona también eleva su precio objetivo hasta los 13,15 euros desde los 13 precedentes para cada uno de sus títulos. Esto supone una mejora de su potencial de hasta el 16% desde sus precios actuales de cotización y rompería con creces la barrera de los 11,96 euros, su máximo anual pero también histórico para sus acciones.

Considera que el acuerdo con la americana PNM se está retrasando, incluso su cierre lo califica de incierto. Pero destaca que, aunque no se lleve a cabo, el peso en la valoración y los beneficios sería muy limitado. Afirma que Iberdrola ofrece características de crecimiento y defensivas a partes iguales, por lo que merece una calificación premium frente a la mayoría de sus competidores directos.

En su gráfica de cotización vemos que el valor se mueve con caídas del 2% en las últimas sesiones cotizadas y que sus ganancias anuales alcanzan un 6,21%.

En los Indicadores de fuerza Premium que elabora de Estrategias de Inversión vemos que desde marzo se mantiene en nivel muy fuerte, desde su fuerte anterior, con un medio plazo fuerte y largo plazo muy fuerte. Con operativa que se basa en ruptura de resistencias y compra en soportes y bajo el riesgo de acumulación de excesos y de figuras bajistas.

Desde el punto de vista técnico, el analista de mercados financieros de Estrategias de Inversión, José Antonio González, destaca que en Iberdrola “las importantes alzas acaecidas a lo largo de las últimas semanas no son gratuitas, y pasan factura a las lecturas del oscilador MACD semanal, mostrando claros excesos que requieren de un proceso de normalización”.

Además, destaca el experto de Ei que “en este sentido, no veríamos con malos ojos un apoyo en la anterior gran zona de resistencia, ahora convertida en zona de soporte tras su superación, que identificamos en torno a los 11,395 / 10,965€ por acción, movimiento que consideraríamos muy interesante para plantear nuevas posiciones largas o de compra”.

Iberdrola en gráfico semanal (Izq.) y diario (Dcha.) con oscilador MACD y volumen de contratación

Por cierto, que Iberdrola, acaba de renovar su imagen de marca, destilando las tres hojas que ya representaban a la energética en 2022, en una evolución “para ser más digital, sostenible y cercana”, según la empresa. La hoja verde representa la apuesta de Iberdrola por las energías renovables, la gota azul, hace referencia al agua y el viento, mientras que la llama naranja representa la energía del sol.