Iberdrola es unos de los valores favoritos para los inversores centrados en la caza de dividendos. La compañía, que ofrece una rentabilidad por dividendo del 4,78%, hará su próximo pago este 31 de enero para aquellos accionistas que hayan optado por cobrar en efectivo. 

Cabe recordar que ofreció de nuevo a sus accionistas tres opciones en esta edición de Iberdrola Retribución Flexible: cobrar en efectivo el importe correspondiente al dividendo a cuenta; vender sus derechos de asignación en el mercado o bien obtener nuevas acciones liberadas del grupo de forma gratuita.

El pago para los que hayan elegido cobrar en efectivo ascenderá finalmente a 0,202 euros brutos por acción, importe que es un 12,2% superior a los 0,180 euros por título repartidos a cuenta de 2022. Sin embargo, un factor que hay que tener en cuenta es que el 8 de enero fue el último día en el que se negociaron las acciones con derecho a participar en el dividendo, por lo que si no eras accionista a esa fecha ya no puedes cobrarlo.

No obstante, solo habrá que esperar unos meses para el siguiente pago. Este dividendo a cuenta del ejercicio 2023 se completará con el dividendo complementario que la compañía prevé abonar en el mes de julio, si así lo aprueba la Junta General de Accionistas de la sociedad. El año pasado, el importe desembolsado fue de 0,316 euros brutos por acción.

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Iberdrola presentará el 22 de febrero, sus resultados del conjunto del ejercicio 2023. En su última comunicación, la compañía comunicó que en los nueve primeros meses del ejercicio alcanzó un beneficio neto de 3.637 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 17% frente al mismo periodo anterior y un 22% excluyendo el extraordinario derivado de la venta de parte del negocio en México.

La eléctrica que preside Ignacio Galán mejoró además sus previsiones de beneficio neto para 2023 hasta el doble dígito (excluyendo cualquier plusvalía adicional por rotaciones de activos) impulsado por una mayor producción y la nueva capacidad renovable, la normalización de la actividad comercial, el aumento de las tarifas en el negocio de redes y a pesar del complejo contexto macroeconómico.  Los activos alcanzarán los 150.000 millones de euros a final de año.