Iberdrola mira a Brasil y lo hace a través de Neoenergía, su marca en aquel país. Ha ganado una subasta para la privatización de la distribuidora de energía eléctrica CEB por 400 millones de euros. Una compañía que el pasado año tenía 1,1 millones de consumidores con una potencia de 6577 gigavarios hora. Y con esta son ya nueve las operaciones corporativas firmadas este año por la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán a pesar de la pandemia.
Además en Estados Unidos, a la espera de la política verde y de energía limpia basada en la sostenibilidad que quiere promulgar el presidente electo Joe Biden, Iberdrola ha empezado a activar su primer parque eólico marino, donde apenas está desarrollado el negocio offshore de energías renovables. Y su idea es ampliar este tipo de parques en EEUU a partir de ahora. De momento ha adjudicado a General Electric el suministro de aerogeneradores del parque, que se ubica en la costa este del país, en concreto en Massachusetts, por un valor de 820 millones de euros.
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En su gráfica de cotización podemos ver cómo el valor se ha mantenido en negativo a lo largo y ancho de todas las sesiones de la pasada semana, eso sí con un rango bastante lateral a pesar de las pérdidas y un acumulado de caídas consecutivas desde el 30 de noviembre del 2,4%. Pero no se aleja más de un 3% de sus máximos del año y sigue siendo uno de los mejores valores del año en el selectivo, el quinto en concreto, con una revalorización superior al 27%.
Según nuestros indicadores premium, Iberdrola marca un sobresaliente bajo con su tendencia alcista y la revisión al alza de su puntuación: 9 de 10 puntos posibles. Con indicadores favorables, como la tendencia alcista a medio y largo plazo, el momento total lento y rápido positivo y el volumen creciente en sus dos vertientes, a medio y también a largo plazo. En el lado más desfavorable del valor nos encontramos con que la volatilidad del valor, medida en términos de rango de amplitud, se mantiene creciente a medio y también a corto plazo.
Desde el punto de vista técnico, el analista de Estrategias de Inversión José Antonio González señala que Iberdrola “ mantiene la proximidad a la resistencia significativa proyectada en torno a los 11,565 / 11,515 euros por acción, una vez el precio encontró apoyo a la altura de la zona de soporte identificada entre los 10,205 / 10,05 euros, soporte de medio plazo clave a vigilar y que funciona como aproximación a su media móvil simple de 200 periodos o de largo plazo. Mantenemos una actitud constructiva en un contexto incuestionablemente dominado por la demanda”.
Iberdrola en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
La analista fundamental de Estrategias de Inversión,María Mira destaca que “en base a una valoración por ratios y con un BPA estimado para el cierre de 2021 de 0,58€/acción, el valor cotiza con un PER de 18.18v, con descuento frente a su ratio histórico en torno a las 14,5v en los tres últimos ejercicios y con margen de mejora frente al PER medio para las compañías del selectivo Ibex 35”.
Y señala también que “por valor contable el mercado descuenta 1.75v para Iberdrola y 2v para las compañías que componen el selectivo español. La rentabilidad sobre dividendo-Yield de Iberdrola (3,6% a precios actuales) no es despreciable, en un ejercicio en el que muchas compañías congelarán dividendo. En base a nuestra valoración fundamental la recomendación a positiva a medio/largo plazo para una compañía con calidad fundamental y buenas perspectivas de crecimiento”.