Ibercaja saldrá a bolsa, si las condiciones de mercado lo permiten. La pandemia ha propiciado este retraso por la crisis pandémica, ya que, por ley, debería haberlo hecho antes de que terminara 2020. Ahora se dispone a estrenarse en el mercado con una valoración que podría oscilar entre los 1600 y los 2100 millones, según el mercado.
En concreto, la compañía ya ha establecido su road show para estos próximos días, en especial de cara a los fondos y los grandes inversores. Rothchild es el asesor independiente de Ibercaja, con JPMorgan y Morgan Stanley como coordinadores globales de su salida a bolsa y con Bank of America y UBS, que serán las entidades colocadoras en esta operación.
Con la salida a bolsa la Fundación Ibercaja reducirá su actual peso en el banco de algo más del 88% hasta superar ligeramente el 46%. Y cumplirá así con la ley de Cajas en esa reducción de su presencia por debajo del 50%. Por tanto, la colocación alcanzará hasta el 42%, sin efectuar una ampliación de capital. Esta espera mantener el control tras el estreno de Ibercaja en el mercado. Tres fundaciones más, Caja Badajoz, Círculo de Burgos e Inmaculada de Aragón rozan el 12% de su capital.
La entidad espera ampliar mediante esta oferta su base accionarial incorporando a inversores institucionales y a una base de accionistas diversificada, que permitirá la mejora de su acceso a los mercados de capitales y la obtención de información adicional para el futuro crecimiento.
Hasta septiembre Ibercaja había obtenido 146 millones de euros de beneficio neto, el 100,6% más que el mismo periodo del año anterior, en un contexto de recuperación económica tras la pandemia del coronavirus. La entidad considera que el dinamismo comercial que la entidad está dando a su actividad de banca personal, privada y de empresas, segmentos clave en su plan estratégico Desafío 2023, ha contribuido a obtener un crecimiento del 4,2% en sus recursos de clientes, 2.759 millones, en los nueve primeros meses del pasado año, hasta alcanzar un nuevo máximo histórico de 68.170 millones de euros.
En su plan estratégico hasta 2023 Ibercaja persigue multiplicar por 1,5 las captaciones de nuevos clientes en banca personal y banca privada, así como incrementar un 23% los clientes vinculados en banca de empresas y duplicar el ritmo anual de captación de nuevos clientes en este segmento.
Estos planes comerciales permitirán incrementar en 50 puntos básicos la cuota de crédito en empresas; crecer el 8% acumulado anual en gestión de activos (fondos de inversión, planes de pensiones y unit link); y aumentar más de un 6% acumulativo anual la cartera de seguros de riesgo. Todos los proyectos que se van a poner en marcha tienen, como objetivo final, superar en 2023 un 7% de rentabilidad sobre fondos propios (ROTE), con un payout del 50%.
Además, la entidad continuará, en paralelo, reforzando su fortaleza financiera, manteniendo su ratio de capital CET 1 fully loaded por encima del 12,5% y un ratio de activos improductivos por debajo del 5%.
Ibercaja considera que convertirse en una sociedad cotizada "acelerará la transformación en curso en las áreas comercial, operativa y financiera que ya ha estado experimentando a través de la disminución del nivel de riesgo de su balance, la mejora de su solvencia, su proceso de transformación digital y la revitalización de su dinamismo comercial".