Volar con mal tiempo no es del agrado de nadie. Tampoco de IAG (Iberia) que, a pesar del intenso calor del verano en España, salvo en el norte del país, en lo que se esperaba un periodo de recuperación turística, que finalmente se ha centrado en los viajes internos y, a nivel internacional, marcado por el Covid-19 y las variantes. Y por ende por las medidas autóctonas y restricciones de cada país.
Antes de comenzar se esperaba que los vuelos con Estados Unidos se restablecieran, con el buen tono entre Joe Biden y la Comisión Europea, pero los rebrotes con las nuevas variantes de la pandemia como protagonistas, han dado la vuelta al panorama. De hecho, los 27 cerraban la puerta, con restricciones a los viajes no esenciales desde EEUU al terminar el mes de agosto. Se trata de una recomendación, pero suficientemente disuasoria.
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Un panorama que ahora el sector turístico intenta extender como un verano latente y tardío para potenciar los desplazamientos. Además, la vacunación ha perdido fuerza en verano y los rebrotes han dejado muy atrás el 70% de la población con pauta completa para conseguir una inmunización de rebaño que los expertos no esperan hasta que casi el 90% de la población esté vacunada.
Todo ello le ha llevado a niveles muy negativos para IAG en el mercado, con recortes del 7,4% en el último mes. Se aleja paulatinamente de los dos euros por acción perdidos el 11 de agosto mientras su precio vuelve a niveles intradía de mediados de julio, antes del comienzo del verano. Y borra casi todo lo ganado en el ejercicio con apenas un repunte en lo que va de año del 2%.
A esto se suma algo no habitual en pleno periodo vacacional, con las previsiones de la compañía, que ha presentado tres escenarios ante el futuro. Pero al escenario central, al que otorga una posibilidad de cumplimiento hasta el cierre de 2022 de un 70% prevé que en el actual trimestre se habla corredores entre países con Europa y a posteriori con Norteamérica.
Así pretende elevar su actual capacidad del 45% hasta el 91% -ya con las estimaciones de no volver hasta niveles pre-Covid19 en 2023- a finales del próximo ejercicio. Antes de que termine el presente ejercicio la previsión es alcanzar una capacidad del 75%, aunque se complica tras el verano.
Tampoco ayudan las previsiones de los expertos. JPMorgan ha sido el último en pronunciarse sobre IAG. Reducía su precio objetivo este agosto hasta los 2,45 euros por acción desde los 2,70 anteriores, aunque mantenía su recomendación de sobreponderar el valor. La razón principal, el alejamiento al que hacía alusión de la vuelta de los vuelos transoceánicos.
Desde Bankinter, reiteran su recomendación de compra del valor, solo, eso sí, para inversores dinámicos, pero revisan a la baja su precio objetivo hasta los 2,5 euros por acción desde los 2,9 euros anteriores, al considerar que la recuperación es más tardía por el Covid-19.
Para José Antonio González, analista fundamental de Estrategias de Inversión IAG “mantiene vigente la estructura de máximos y mínimos decrecientes de medio plazo, estructura que obliga a sus medias móviles de medio y largo plazo a un cruzarse a la baja que alimenta un ataque al mínimo proyectado a partir de los 1,815 euros por acción, cuya perforación, habilitaría atacar la zona de soporte de medio plazo proyectada a partir de los 1,505 / 1,47 euros por acción”.
IAG en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Además, siguiendo al valor desde el punto de vista técnico, los indicadores premium de Estrategias de Inversión nos muestran que IAG apenas presenta una mejora hasta los 1,5 puntos de los 10 posibles para el valor. Solo en positivo se mueve el volumen de negocio a largo plazo ya que es creciente en IAG y la volatilidad del valor, medida en términos de su rango de amplitud, que se muestra decreciente.
El resto, bajista la tendencia tanto a medio como a largo plazo, también negativo, en sus dos vertientes, el momento total, lento y rápido de IAG. A esto se suma que el volumen de negocio a medio plazo es decreciente y que el rango de amplitud a largo plazo se muestra creciente.