Dos cosas caracterizan a un IAG (Iberia) que ha pasado de una situación plácida desde el 16 de febrero a las caídas más abruptas que ahora se ven en su cotización. Pero no solo caídas, desde el pasado día 24, la jornada en la que comenzó la invasión rusa sobre Ucrania, el valor a cierre no se mueve por menos de un 3,2% y un máximo del 7,12%.
E incluso cambios de sesgo más que significativos en los tres primeros días de marzo, con diferencias incluso de hasta el 12,5% en su bagaje de negativo a positivo, y viceversa, en una sola sesión. Unas diferencias que por desgracia se leen para sus inversores claramente en negativo desde que se desató la guerra. El saldo a baja alcanza el 20%, el mismo porcentaje que marca su evolución en las últimas 20 sesiones cotizadas.
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Así el valor se mueve claramente a la baja con caídas anuales que ya sobrepasan el doble dígito y que alcanzan el 20% con pérdida de capitalización en lo que llevamos de año para el valor que alcanza los 1730 millones de euros. Y lo que es peor se asoma a los 1,46 euros por acción, sus mínimos del pasado diciembre.
La segunda pasa por el olvido del factor que ha movido todos y cada uno de sus pasos en los dos últimos años y que ha castigado hasta la extenuación su cotización: la pandemia, que ha pasado a un claro no segundo, sino quizá tercer plano, tras la guerra y la inflación y su efecto sobre la política monetaria. De hecho, no hay lecturas de noticias como la decisión de Francia de levantar el uso de la mascarilla en interiores desde mediados de mes, salvo en el transporte público y el fin cuasi generalizado de las restricciones globales.
Para Antonio Espín, el analista independiente considera que IAG “este es un valor que repuntó y luego ha pasado a un movimiento lateral. Yo creo que hay que esperar un verano normal y, manejando ese escenario, yo creo que no es valor y habrá que estar atentos a su evolución. De momento el valor sigue tibio y se ha mostrado una zona de resistencia bastante clara en los 2,20. Para mi esa es la clave, pero yo creo que hay que esperar y hay que dejar que el gráfico de pistas, que ahora, no las da. Y las caídas estarán limitadas a la zona de soporte de los 1,50 euros”. Aunque finalmente se han roto a la baja por la situación de un mercado que no discrimina y que se muestra reaccionando al crudo Brent en los 130 dólares ante las conversaciones de EEUU y la UE para ver alternativas al suministro de gas y petróleo ruso.
Néstor Borrás analista independiente destaca que IAG “logra romper el canal bajista en color fucsia. El valor rompe el nivel de soporte intermedio de los 1,7405 euros por acción, continuando con la tendencia bajista de corto plazo. Para obtener un primer síntoma positivo, es necesario vulnerar el máximo decreciente anterior situado en 1,8550 euros por acción. La zona de soporte de largo plazo está comprendida en torno 1,505 / 1,460 euros por acción”.
IAG en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión nos muestran que IAG reduce sus expectativas en pleno modo bajista y con recorte de hasta tres puntos con lo que marca 2 de puntuación total de los 10 a los que puede aspirar el valor en el mercado. Solo en positivo se mueve el volumen de negocio que, en sus dos vertientes, a medio y largo plazo, es creciente.
El resto nos marca como bajista su tendencia a medio y también a largo plazo, el momento total es negativo, tanto lento como rápido y la volatilidad del valor, su rango de amplitud se mueve creciente a medio y a largo plazo.