El sector turístico sigue con su calvario particular aunque de manera sosegada empieza a ver el final de un largo túnel. Especialmente en el caso de IAG, una de las compañías más deseadas por los inversores y con mejores perspectivas que tras la llegada de la crisis sanitaria ha tenido que dejar sus aviones en tierra.
En su gráfica de cotización ya observamos el giro de 180 grados experimentado en la cotización del valor, pero lo cierto es que la fuerte caída, que ahora todavía supera el 56% en lo que va de año, invita a la prudencia con IAG.
Sin embargo, el rebote experimentado, del 48% nada menos desde su último mínimo de cierre marcado en mayo, invita al optimismo. Y no digamos el 40% en las últimas ocho sesiones con correción incluida. Y es que sólo en junio el valor recupera un 21,7% al cierre de ayer en su cotización. La recuperación de los 3 euros por título, fundamental.
El consenso de Reuters coloca a IAG como la cuarta mejor recomendación de compra, con un 78,4% de apoyos con un potencial de revalorización mermado en abril pero desayado en el último mes con un incremento en su cotización de casi el 21%
Según José Antonio González, analista técnico de Estrategias de Inversión, el valor “ desarrolla una estructura de máximos y mínimos crecientes que parte desde los 1,80 euros por acción, giro respaldado por (1) amplio volumen de contratación y (2) divergencias positivas en osciladores. De este modo, el precio logra actualizar objetivos al alza rumbo al hueco bajista que se proyecta a partir de los 3,946 euros por acción”.
IAG en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje (ventana central superior), MACD (ventana central inferior) y volumen de contratación (ventana inferior)
Entre los debesdel valor, los altibajos que pueden venir por dos factores fundamentales. El primero la revisión, ya continua de su rating a bono basura. Tras S&P, Moody's se suma al revisar un tramo su calificación hasta Ba1 desde Baa3, tras colocar su deuda con perspectiva negativa. Y lo hace por las dudas de la caída de liquidez al tener que hacer frente a la compra de Air Europa cerrada en noviembre.
El segundo la recuperación de un sector turístico que marca cero en mayo por el confinamiento y el cierre de fronteras a los viajeros foráneos. La apertura desde el 1 de julio puede marcar la diferencia así como el tráfico aéreo en verano, incluso el interno para cada aerolínea. Y más allá los planes de ayuda del Reino Unido y España para el sector. Antes del 15 de junio se prevé un plan público que aprobará Moncloa de 2651 millones para impulsar el turismo en nuestro país, aunque el sector lo considera insuficiente.
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